Problemas de convivencia en las aulas: la nueva preocupación en la educación
02/10/2025 | 16:35Redacción Cadena 3
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Liliana González, experta en educación infantil, destaca la creciente preocupación por los problemas de convivencia en las aulas. Antes, las dificultades se centraban en la lectoescritura o las matemáticas, pero ahora el foco está en cómo los chicos se relacionan entre sí. Muchos lo están pasando mal en el aula y en el recreo: se sienten solos, excluidos, aislados.
Algunos enfrentan violencia, burlas o el conocido bullying, un problema que las redes sociales amplifican. Ese espacio que debería ser seguro y enriquecedor, donde los chicos pasan tantas horas fuera de casa para aprender, se ha convertido para muchos en un lugar de sufrimiento.
Este panorama llevó a muchas escuelas a revisar sus reglamentos de convivencia, porque aprender a convivir con el otro es fundamental. Convivo contigo cuando acepto que eres diferente, que piensas distinto, que quieres jugar a algo que a mí no me interesa. Esa diferencia debería sumar, no generar violencia ni aislamiento.
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Pero, ¿cómo logramos esto? Hay dos formas de construir un reglamento de convivencia: vertical u horizontal. El enfoque vertical, donde directivos y docentes elaboran normas y sanciones para imponerlas a alumnos y padres, ya no funciona.
Las escuelas con mejor convivencia apuestan por un enfoque horizontal: involucran a los alumnos en la creación de las normas. En lugar de ser receptores pasivos, los chicos participan en jornadas de reflexión para definir qué favorece la paz en el aula y el recreo, y qué no.
Imaginemos un curso de 30 alumnos dividido en seis grupos de cinco. Se les da una hora para pensar cómo trabajar en paz en el aula o disfrutar del recreo sin conflictos. Luego, en un plenario, cada grupo comparte sus conclusiones, se eliminan las ideas repetidas (como “no pegar” o “no insultar”), y se elabora un reglamento de convivencia consensuado. Todos firman, como en un acta, y los padres también lo reciben, firman y pueden enviar comentarios.
Este proceso, casi como un congreso que funciona bien, permite a los chicos sentirse parte de las normas y las sanciones. Esto implica invertir tiempo en algo que antes parecía obvio: la convivencia. Pero es necesario. Si el clima en el aula es hostil, si los chicos esperan el recreo para pelearse, es casi imposible que aprendan matemáticas, biología o física. Un ambiente así no permite el aprendizaje. Por eso, actividades fuera del aula, como salidas a museos, teatros o jornadas de convivencia en la sierra, son tan valiosas. Compartir experiencias diferentes fortalece los lazos y fomenta amistades.
Recuerdo una práctica en la que ante una inconducta, el chico era llamado a dirección, pero no para un reto, sino para una conversación. Se le preguntaba qué pasó, por qué actuó así, y se le ofrecía un “crédito” de confianza para no repetir el error. Se firmaba un compromiso, y los padres éramos informados. Si la inconducta se repetía, entonces se tomaban otras medidas. Este enfoque reconoce que un chico violento no actúa así porque quiere, sino porque algo le está pasando.
Me preocupa, sin embargo, el grado de crueldad que observo en algunos niños, algo que, sin duda, refleja el mundo de los adultos.
La convivencia escolar no es un tema menor. Requiere un esfuerzo colectivo para transformar las escuelas en espacios donde los chicos aprendan, no solo materias, sino a vivir juntos, respetando y valorando las diferencias. Es un desafío urgente que debemos abordar con creatividad, diálogo y, sobre todo, con la participación de todos.
Lectura rápida
¿Quién es la experta mencionada en el artículo?
La experta mencionada es Liliana González, especialista en educación infantil.
¿Cuál es el principal problema en las aulas según el artículo?
El principal problema es la convivencia, donde muchos chicos se sienten solos, excluidos o enfrentan bullying.
¿Qué enfoque proponen las escuelas para mejorar la convivencia?
Proponen un enfoque horizontal, donde los alumnos participan en la creación de las normas.
¿Qué actividades se sugieren para fomentar la convivencia?
Se sugieren actividades fuera del aula, como salidas a museos, teatros o jornadas de convivencia en la sierra.
¿Por qué es importante la convivencia escolar?
Es importante porque transforma las escuelas en espacios donde los chicos aprenden a vivir juntos, respetando y valorando las diferencias.





