El aceite de oliva extra virgen que se elabora en una casa de Quilino

Por Carola Cinto

María Josefina Quinteros tiene 75 años y una pequeña quinta en Quilino, un pueblo al norte de Córdoba. Los primeros olivos los heredó de su papá y ella los transformó en un aceite extra virgen que vende en la puerta de su casa.

"Este emprendimiento tiene unos 10 años. Algunas plantas las heredé de mi papá y otras las planté yo", contó a Descubrí Sabores.

La quinta es pequeña y está en la parte de atrás de su casa. También tiene algunos árboles con frutas que las procesa y las transforma en dulces caseros, que también vende a los turistas que se acercan hasta Leopoldo Lugones 400, en el barrio El Tajamar de Villa Quilino.

Un proceso artesanal

Josefina tiene algunas personas que la ayudan con la cosecha. Una vez que tiene las aceitunas, las pasa por una pequeña máquina de origen italiano, que es la que hace el trabajo de transformarlas en aceite de oliva. 

"La máquina hace como una especie de proceso de centrifugado y procesa hasta 10 kilos de aceitunas por vez. De eso, sale entre unos 400 o 500 centímetros cúbicos. Depende siempre de la aceituna y de su madurez", agregó.

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La máquina está en una de las habitaciones de la casa y no ocupa mucho lugar. La calidad del resultado es excelente: Josefina llevó su producto a analizar y fue catalogado como aceite de oliva extra virgen. 

Al aceite, le suma algunos otros productos como las aceitunas en salmuera, los zapallos en almíbar y otros dulces. La materia prima sale del patio, pasa por sus manos y se vende en la puerta de su casa. 

Los precios de los aceites son: $800 el de 500 cc y $500 el de 250 cc. Los dulces, aceitunas e higos en almíbar $400.

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