Explosiones invisibles desde el espacio habrían devastado la Tierra
Nuevos estudios sugieren que las explosiones de cometas y asteroides sobre la Tierra, conocidas como "touchdown airbursts", podrían ser más frecuentes y destructivas de lo que se creía. Estas explosiones no dejan cráteres evidentes.
20/12/2025 | 00:11Redacción Cadena 3
Las explosiones cósmicas, denominadas "touchdown airbursts", podrían haber ocurrido con mayor frecuencia en la Tierra de lo que se había estimado anteriormente. Estas explosiones, que se producen cuando un cometa o asteroide detona sobre la superficie terrestre, liberan una cantidad extrema de calor y presión sin dejar marcas visibles, lo que dificulta su detección. La investigación, liderada por el profesor emérito de Ciencias de la Tierra de la Universidad de California - Santa Bárbara, James Kennett, y su equipo, subrayó la necesidad de prestar más atención científica a estos fenómenos.
Según Kennett, "los eventos de touchdown pueden causar daños extremos debido a temperaturas y presiones muy altas. Sin embargo, no necesariamente forman un cráter, o pueden generar perturbaciones superficiales efímeras, pero no son los clásicos cráteres que resultan de impactos directos".
El estudio reciente incluyó cuatro investigaciones publicadas que presentan evidencia de múltiples eventos de airburst ocurridos en diferentes momentos del pasado. En estos eventos, un objeto entrante, como un cometa, detona sobre la superficie, liberando intensas olas de calor y choque que alcanzan la Tierra. La evidencia fue recolectada de diversos lugares, incluyendo sedimentos oceánicos profundos en el Atlántico Norte y las ruinas de una antigua ciudad desértica.
En estos sitios, los investigadores identificaron signos de condiciones extremas, como elementos raros asociados con el objeto espacial original, material vítreo formado por sedimentos terrestres derretidos, pequeñas partículas esféricas creadas por el intenso calor y cuarzo impactado que muestra patrones de fractura distintivos.
Evidencia del Younger Dryas encontrada bajo el océano
Uno de los estudios, publicado en la revista PLOS One, describe el primer hallazgo de marcadores de impacto relacionados con airbursts en sedimentos marinos vinculados a la Hipótesis del Impacto del Younger Dryas (YDIH). Este material fue encontrado en núcleos de aguas profundas recuperados de la Bahía de Baffin, frente a la costa occidental de Groenlandia.
Kennett destacó que "la Bahía de Baffin es muy significativa porque es la primera vez que encontramos evidencia del evento de impacto cósmico del Younger Dryas en el registro marino". La hipótesis del Younger Dryas propone que hace aproximadamente 12,800 años, fragmentos de un cometa explotaron sobre la Tierra, desencadenando un episodio de enfriamiento global repentino conocido como el Younger Dryas. Este periodo coincidió con la desaparición de muchos grandes animales y cambios significativos en las poblaciones y culturas humanas.
Debido a que el cometa se desintegró, es probable que ocurrieran múltiples explosiones, provocando incendios generalizados que dejaron una capa de carbono distintiva conocida como "black mat", que se encuentra principalmente en el hemisferio norte, en partes de América y Europa. Esta capa también es rica en platino, iridio, partículas metálicas fundidas, cuarzo impactado y minerales fusionados conocidos como meltglass.
"Estos materiales se preservan en sedimentos marinos a profundidades de hasta 2,000 metros", explicó Kennett. Aunque estos materiales no miden directamente la fuerza de las explosiones, demuestran cuán poderosos y de gran alcance fueron los eventos y sugieren su influencia en el clima. "El material fue lanzado a la atmósfera y se transportó y depositó globalmente en una capa ampliamente distribuida que hemos descrito anteriormente".
Buscando un cráter perdido
Los impactos cósmicos varían ampliamente, desde la constante caída de polvo extraterrestre fino hasta colisiones masivas que ocurren solo una vez cada decenas de millones de años. Los grandes impactos generalmente dejan cráteres, que han servido como la evidencia física más sólida de tales eventos. Dado que los airbursts a menudo no deforman el paisaje de manera duradera, confirmar su ocurrencia es mucho más difícil. Esto contrasta con sitios famosos como el cráter de Chicxulub, en la península de Yucatán, México, que está directamente vinculado a la extinción de los dinosaurios.
Kennett mencionó que "anteriormente, no había evidencia de ningún cráter o posible cráter relacionado con el evento del límite del Younger Dryas (YDB)". Por lo tanto, estos eventos son más difíciles de detectar, especialmente cuando son más antiguos que unos pocos miles de años y, tras ser enterrados, dejan poca o ninguna evidencia superficial.
Sin embargo, un lago estacional poco profundo cerca de Perkins, en el sureste de Louisiana, podría representar el primer cráter conocido que data del límite del Younger Dryas. En un artículo publicado en la revista Airbursts and Cratering Impacts, el equipo de investigación revisó una sugerencia hecha en 1938 por el propietario del terreno, quien notó la forma circular del lago y un "borde similar a un cráter elevado aproximadamente 1 metro sobre el terreno circundante". Los estudios detallados de sedimentos no comenzaron hasta 2006. Entre entonces y 2024, los investigadores examinaron múltiples núcleos de sedimentos del sitio e identificaron meltglass, esférulas y cuarzo impactado. Las dataciones por radiocarbono colocaron estos materiales dentro del periodo del Younger Dryas. Aun así, el equipo enfatizó que "sería beneficioso realizar más investigaciones para probar la hipótesis de que el lago/depresión resultó de un impacto cósmico".
Reexaminando Tunguska y Tall el-Hammam
El cuarzo impactado ha sido reconocido durante mucho tiempo como un signo de calor y presión extremas de impactos cósmicos. Tradicionalmente, esta evidencia se ha asociado con grandes eventos formadores de cráteres que producen fracturas rectas y paralelas en los granos de cuarzo. En dos artículos adicionales publicados en Airbursts and Cratering Impacts, los investigadores argumentaron que los airbursts pueden generar una gama más amplia de patrones de fractura. Para respaldar esto, analizaron muestras del sitio de la explosión de Tunguska en Siberia en 1908 y revisaron hallazgos de Tall el-Hammam, una ciudad antigua en el Levante que se cree fue destruida por un evento similar hace aproximadamente 3,600 años.
Kennett comentó que "lo interesante de Tunguska es que es el único evento de touchdown histórico registrado". La explosión fue presenciada por personas en el suelo, quienes describieron una brillante bola de fuego, y fotografías documentaron posteriormente vastas áreas de bosque aplanadas. A pesar de décadas de estudio centradas en los árboles caídos y el daño al suelo, los científicos rara vez habían buscado evidencia de impacto microscópica. El nuevo trabajo representa la primera identificación integral de materiales de impacto relacionados con airbursts en Tunguska.
En el sitio de Tunguska, los investigadores encontraron cuarzo impactado que mostraba fracturas planas claras, algunas de las cuales estaban llenas de meltglass. También identificaron pequeñas esferas formadas por impactos, junto con metal fundido y carbono. La energía liberada por la explosión también pudo haber creado pequeñas depresiones en el suelo que luego se llenaron de agua, formando los pantanos y lagos actuales.
El equipo también fortaleció el caso para un airburst sobre Tall el-Hammam durante la Edad del Bronce Medio. Junto con esférulas, carbono, meltglass y minerales raros previamente reportados, documentaron cuarzo impactado que mostraba una amplia variedad de patrones de fractura. Estos incluían fracturas paralelas clásicas, así como características curvas, en forma de red y subplanas, sugiriendo presiones intensas y direcciones de explosión complejas similares a las observadas en Tunguska.
Una amenaza más común y extendida
En conjunto, los nuevos estudios apoyaron la idea de que los impactos cósmicos, particularmente los airbursts, podrían ser mucho más frecuentes de lo que los científicos habían asumido anteriormente. Kennett concluyó que "son mucho más comunes, pero también poseen un potencial destructivo mucho mayor que los impactos asteroides más localizados y clásicos que forman cráteres. La destrucción causada por los eventos de touchdown puede ser mucho más amplia. Sin embargo, no han sido muy estudiados, por lo que deberían ser de interés para la humanidad".
Lectura rápida
¿Qué son los touchdown airbursts?
Son explosiones de cometas o asteroides que ocurren sobre la superficie terrestre, liberando calor y presión sin dejar cráteres visibles.
¿Quién lideró la investigación?
La investigación fue liderada por el profesor emérito James Kennett de la Universidad de California - Santa Bárbara.
¿Cuándo se publicaron los estudios?
Los estudios fueron publicados recientemente, con uno de ellos en la revista PLOS One.
¿Dónde se encontró evidencia de estos eventos?
La evidencia se encontró en sedimentos marinos de la Bahía de Baffin y en ruinas de una antigua ciudad desértica.
¿Por qué son importantes estos hallazgos?
Indican que los airbursts podrían ser más comunes y destructivos de lo que se pensaba, lo que requiere mayor atención científica.





