Europa crea su primer eclipse artificial con tecnología española
La misión PROBA-3 de la ESA utiliza tecnología española para simular eclipses y estudiar el Sol. Se logró por primera vez en la historia de la agencia europea.
18/06/2025 | 09:03Redacción Cadena 3
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha alcanzado un notable avance en el campo de la astronomía al conseguir crear un eclipse artificial por primera vez en su historia. Este significativo logro se enmarca dentro de la misión PROBA-3, donde la tecnología desarrollada en España ha tenido un papel clave.
La misión PROBA-3 tiene como objetivo central investigar el Sol y sus efectos sobre el planeta Tierra. Para ello, han implementado un sistema compuesto por dos satélites que operan de manera sincronizada, lo que permite simular un eclipse solar. Este fenómeno se produce cuando un objeto, en este caso uno de los satélites, bloquea la luz de una fuente lumínica más grande, que en este caso es el Sol.
El sistema que ha sido diseñado para esta misión contempla que uno de los satélites, denominado "Occultador", se desplace frente al Sol, mientras que el segundo satélite, conocido como "Observador", captura imágenes detalladas de la corona solar, que es la atmósfera exterior del Sol. Este proceso es fundamental para obtener información crucial sobre el comportamiento de las tormentas solares y su potencial impacto en nuestro planeta.
Este avance no solo representa un logro técnico importante, sino que también abre las puertas a numerosas oportunidades para futuras investigaciones en el ámbito solar y astronómico. Los científicos anticipan que los datos recopilados durante el desarrollo de la misión ofrecerán perspectivas valiosas sobre distintos fenómenos solares, que podrían afectar desde la tecnología de comunicaciones hasta el clima de la Tierra.
El proyecto PROBA-3 es un claro reflejo de la importancia de la colaboración internacional y del talento tecnológico localizado en España, que contribuye de manera significativa a la exploración espacial. La creación de este eclipse artificial no solo marca un hito en la historia de la ESA, sino que también sienta las bases para un mejor entendimiento del Sol, así como sus implicaciones en la vida diaria en la Tierra.