El ejercicio contrarresta el daño cerebral causado por dietas de comida rápida
Un estudio de la Universidad de Cork demostró que correr puede revertir la depresión y regular hormonas afectadas por dietas ricas en grasas y azúcares. La investigación aporta datos sobre cómo el ejercicio mejora la salud mental a pesar de la mala alimentación.
21/10/2025 | Redacción Cadena 3
Un equipo de investigadores de University College Cork, bajo la dirección de la profesora Yvonne Nolan, realizó un estudio que reveló cómo el ejercicio puede ayudar a mitigar los efectos negativos de las dietas típicas de comida rápida en el cerebro. Esta investigación, publicada el 21 de octubre en la revista revisada por pares Brain Medicine, permitió observar que la actividad física, como el correr, puede revertir comportamientos depresivos que surgen de dietas altas en grasas y azúcares. Los resultados señalan que este beneficio se relaciona con cambios en los metabolitos y hormonas del intestino.
Para llevar a cabo el estudio, los científicos alimentaron a ratas machos adultas con dos tipos de dieta: una alimentación estándar y una dieta rotativa de cafetería compuesta por alimentos poco saludables. Durante siete semanas y media, la mitad de las ratas en ambos grupos tuvo acceso a una rueda para correr, lo que permitió analizar cómo la calidad de la dieta y la actividad física afectaron el cerebro y el comportamiento de los animales.
Mecanismos novedosos que conectan el ejercicio y el estado de ánimo
Los resultados revelaron que el correr, incluso en sujetos que seguían una mala alimentación, generaba un efecto similar a los antidepresivos, sugiriendo que la actividad física regular sería beneficiosa para quienes consumen alimentos de estilo occidental. Analizando los metabolitos presentes en el intestino, los investigadores observaron que la dieta de cafetería alteraba drásticamente el metabolismo intestinal, con 100 de los 175 metabolitos analizados afectados. El ejercicio restauró parcialmente el equilibrio de algunos metabolitos clave que influyen en la regulación del estado de ánimo, como la anserina, el indole-3-carboxilato y la deoxyinosina.
Las pruebas de comportamiento verificaron que, aunque la dieta de cafetería no deterioró significativamente el aprendizaje espacial ni la memoria de reconocimiento, el ejercicio mejoró ligeramente las habilidades de navegación y generó efectos antiansiedad en las ratas, independientemente del tipo de dieta.
¿Qué son los contenidos cecales?
Los contenidos cecales son los materiales que se encuentran dentro del cecum, una bolsa al principio del intestino grueso. En animales como las ratas, esta área alberga microbios intestinales que ayudan en la descomposición de los alimentos y producen una variedad de compuestos químicos llamados metabolitos. Los científicos analizan estos contenidos para entender cómo la dieta, el ejercicio o los medicamentos afectan la salud intestinal y el metabolismo.
Vías hormonales en la relación dieta-ejercicio
El análisis de muestras de sangre evidenció que las ratas sedentarias con dieta de cafetería presentaron niveles de insulina y leptina significativamente elevados, que se redujeron en aquellas que realizaron ejercicio. Según Dr. Minke Nota, primer autor del estudio, este reequilibrio hormonal podría explicar cómo el ejercicio protege contra los efectos negativos de una mala alimentación. Además, se identificaron interacciones complejas entre la dieta y el ejercicio con otras hormonas que regulan el metabolismo. Las ratas alimentadas con dieta estándar experimentaron un aumento en los niveles de péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) gracias al ejercicio, aunque esta respuesta se vio debilitada en las ratas con dieta de cafetería, que, a su vez, mostraron un aumento en el péptido YY (PYY) solo cuando estaban entrenando.
Se observó también un incremento en los niveles del factor de crecimiento fibroblástico 21 (FGF-21) debido a la dieta de cafetería, sin importar si se hacía ejercicio, mientras que los niveles de glucagón disminuyeron. Estos hallazgos revelan una red hormonal compleja a través de la cual dieta y ejercicio interactúan para influir tanto en el metabolismo como en la función cerebral.
Implicaciones para entender las relaciones dieta-cerebro
Los resultados más intrigantes del estudio indicaron que la dieta de cafetería impedía el aumento típico en la neurogénesis del hipocampo inducido por el ejercicio, lo cual fue medido a través de células positivas para doublecortin en el giro dentado del cerebro. En comparación, las ratas alimentadas con dieta estándar mostraron un aumento en la neurogénesis en el hipocampo, una región involucrada en las emociones y la memoria, sugiriendo que la calidad de la dieta puede alterar la capacidad del cerebro para beneficiarse de la actividad física a nivel celular.
Los investigadores llevaron a cabo análisis estadísticos para determinar la relación entre metabolitos y resultados de comportamiento. Varios metabolitos cecales, como el ácido aminoadípico y el 5-hidroxiindole-3-acético, mostraron asociaciones negativas con el rendimiento cognitivo, evidencias que fueron independientes de las condiciones del experimento, sugiriendo relaciones fundamentales entre los perfiles de metabolitos intestinales y la función cerebral.
Una editorial asociada, escrita por Professor Julio Licinio y colegas, enfatizó la relevancia clínica de estos hallazgos, indicando que "el ejercicio tiene un efecto antidepresivo a pesar de un contexto dietético desfavorable, lo que es una buena noticia para quienes tienen dificultades para modificar su dieta". La editorial subraya que esta investigación proporciona un marco biológico para entender por qué el ejercicio se mantiene beneficioso, incluso cuando las mejoras dietéticas se tornan difíciles de implementar.
Direcciones futuras y traducción clínica
El estudio plantea preguntas importantes sobre el mejor orden de las intervenciones de estilo de vida. Los hallazgos sugieren que, si bien el ejercicio puede ofrecer beneficios para el estado de ánimo a pesar de la calidad de la dieta, alcanzar completos beneficios neuroplásticos puede depender de prestar atención al estado nutricional. Esto tendrá implicaciones para el diseño de intervenciones que maximicen tanto la viabilidad como el impacto biológico.
A pesar de ser prometedores, varios factores limitaron el estudio: se realizó únicamente en ratas machos y las diferencias entre sexos en las respuestas metabólicas y neurogénicas son bien conocidas. Por otra parte, el período de intervención de siete semanas puede no captar adaptaciones a largo plazo que podrían surgir con la exposición crónica. Futuros estudios que incorporen animales hembra, periodos de intervención más prolongados y diseños de respuesta a dosis ayudarán a afinar la comprensión de estas complejas interacciones.
La investigación también abre nuevas vías para investigar metabolitos específicos como posibles objetivos terapéuticos. Los efectos protectores del ejercicio sobre los niveles de anserina, indole-3-carboxilato y deoxyinosina sugieren que estos compuestos pueden servir como biomarcadores o incluso agentes terapéuticos para trastornos del estado de ánimo. Las fuertes correlaciones entre metabolitos intestinales específicos y las medidas de comportamiento apoyan el creciente interés en el eje microbiota-intestino-cerebro como objetivo para intervenciones en salud mental.
Este estudio revisado por pares representa un avance significativo en la comprensión de los mecanismos biológicos que vinculan la dieta, el ejercicio y la salud mental, ofreciendo nuevos datos sobre cómo los factores de estilo de vida interactúan a nivel molecular y celular para influir en la función cerebral. Los resultados desafían paradigmas existentes acerca de la relación entre la salud metabólica y mental, demostrando que el ejercicio puede proporcionar efectos similares a antidepresivos, incluso en el contexto de elecciones dietéticas pobres. A través de enfoques metabolómicos innovadores combinados con evaluaciones completas de comportamiento y neurobiología, el equipo de investigación generó datos que no solo avanzan el conocimiento fundamental, sino que también sugieren aplicaciones prácticas para abordar los retos de salud mental asociados con los patrones dietéticos modernos. La reproducibilidad y validación de estos hallazgos a través del proceso de revisión por pares aseguran su fiabilidad, posicionándolos como base para investigaciones futuras. Este trabajo ejemplifica cómo la investigación de vanguardia puede cerrar la brecha entre la ciencia básica y las aplicaciones traslacionales, con el potencial de impactar a individuos que enfrentan trastornos del estado de ánimo en los próximos años.
Lectura rápida
¿Qué revela el estudio sobre el ejercicio y la dieta?
El estudio indica que el ejercicio puede contrarrestar los efectos negativos de una dieta occidental en el cerebro, mejorando el estado de ánimo y regulando hormonas.
¿Quién lideró esta investigación?
La investigación fue liderada por la profesora Yvonne Nolan de University College Cork.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
Se alimentaron ratas con dietas estándar y dietas de comida rápida mientras se les daba acceso a una rueda para correr, observando sus comportamientos y metabolitos.
¿Cuáles fueron los hallazgos clave sobre los metabolitos?
Se encontraron alteraciones en 100 de 175 metabolitos en ratas que consumían alimentos poco saludables, pero el ejercicio ayudó a restaurar algunos de ellos.
¿Qué implicaciones tiene este estudio para la salud mental?
El estudio sugiere que la actividad física puede ser beneficiosa incluso con malas elecciones dietéticas y subraya la importancia de una dieta equilibrada para maximizar los beneficios del ejercicio.





