Qué significa el voto en blanco
31/10/2023 | 18:00Redacción Cadena 3
Hay mucha, muchísima gente, que quedó desacomodada ante el resultado electoral de la primera vuelta.
Hoy se sienten encorsetados porque tienen que optar, no elegir.
Entonces, emerge con fuerza la alternativa de un voto no válido, es decir que sea impugnado, o la del voto en blanco.
De hecho, hay dirigentes que están propiciando esta última alternativa.
Ahora bien, ¿qué valor tiene el voto en blanco?
Vamos a tratar de explicarlo a partir de un destacado constitucionalista como es Félix Logroño, profesor de la Universidad de Buenos Aires.
1. El voto en blanco no es un voto válido como muchos sostienen. El artículo 101 del Código Nacional Electoral determina que hay cinco tipos de votos (válidos, nulos, recurridos, impugnados y en blanco). Los votos en blanco no están incluidos en la categoría de los “válidos”.
2. La Constitución nacional no los toma en cuenta para el cálculo de los porcentajes que deben alcanzar los candidatos, en primera vuelta, para evitar el balotaje. El artículo 97 determina que esos porcentajes se calculan sobre votos válidos, con lo cual deja de lado los nulos, y sobre los “afirmativos” lo cual elimina los votos en blanco.
3. Felix Logroño va más lejos: afirma que ni la Constitución ni la legislación electoral asignan a los votos en blanco o a los nulos efecto jurídico alguno. Simplemente no los tiene en cuenta.
Por caso, el hecho de que cualquier cantidad de electores vote en blanco no fuerza ningún cambio institucional.
Sólo queda para el análisis de las causas que lo determinaron, pero no se socava las bases de legitimidad de un presidente.
Logroño toma posición al sostener que votar en blanco, hacer un voto nulo o abstenerse de votar (aunque esto es sancionable sanciones) lesiona el sistema pergeñado por la Constitución, que consagra la vigencia de una democracia representativa y crea órganos de gobierno cuyos miembros deben ser elegidos por el pueblo.
En definitiva, para Logroño, el voto constituye una función pública constitucional, y su ausencia lesiona al sistema.
Para el sistema, ese que tanto nos faltó entre 1930 y 1983, es menos malo votar por el menos malo que no hacerlo por nadie, destaca Logroño.
Todos gozan del derecho de votar a uno u otro candidato, pero también en blanco. Claro está.
Pero está bueno entender qué pasa. Luego, deberemos tomar una decisión. Eso está en la intimidad y la conciencia de cada uno.





