El hartazgo social, una carga extra que soportan los argentinos
06/09/2022 | 12:10Redacción Cadena 3
Ayer cerramos nuestro comentario advirtiendo sobre indicadores que están en la superficie social de la Argentina. No es muy difícil encontrarlos. Hablamos del hartazgo social que los argentinos tienen de ver una pelea política infinita en medio de una crisis social y económica que es lo que verdaderamente están padeciendo.
Hay un doble padecimiento. Nuestro columnista Sergio Berensztein dio a conocer los datos de una encuesta que acaban de terminar en su consultora y que precisamente demuestran niveles inéditos de cansancio social, de enojo, de bronca frente a situaciones que no nos terminamos de explicar.
Al mismo tiempo me pregunto si hemos perdido la sensibilidad, si hemos dejado de creer absolutamente en todo. Sólo creemos en función de nuestras propias prejuicios y convicciones. En la mayoría de los sondeos hay elevadísimos niveles de descreimiento de que Cristina haya sufrido un del que han decenas de fotos y videos.
Yo sé que mucha gente está enojada con Cristina pero ante la evidencia de alguien que le dispararon dos veces en la cabeza no debería haber dudas.¿Perdemos nuestro criterio más elemental de saber lo que está bien y lo que está mal?
No estoy sólo apelando al sentido común, al más elemental sentido común. También me pregunto si a raíz de lo ocurrido todo el oficialismo tiene que ponerse a plantear una ley de odio o contra el odio, que no es otra cosa que una ley mordaza para que se impida a hablar a quien el gobierno quiera, sea dirigente político, periodista o vecino.
¿Hemos perdido tanto el sentido común?, ¿hemos despreciado tanto los hechos? ¿Hemos perdido nuestra capacidad de entendimiento más allá de nuestras opiniones políticas, que son absolutamente legítimas?
La dirigencia política desde arriba es prioritariamente la responsable de provocar este hartazgo social. Ahora cada uno de nosotros tal vez tendríamos que pensar un poquito en lo que está bien y lo que está mal, en lo que es evidente, en lo que es un hecho y lo que es una opinión.




