El final de un calendario electoral que inició en marzo: ¿Y ahora qué?
27/10/2025 | 14:17Redacción Cadena 3
La Argentina cerró un extenso calendario electoral que comenzó en marzo y culminó este domingo con la elección nacional, poniendo fin a un año impar, como siempre, marcado por la intensidad política.
Trece provincias, además de la Ciudad de Buenos Aires, eligieron sus autoridades locales, y un fenómeno se repitió en casi todos los casos: los oficialismos, de todos los colores políticos, lograron retener el poder.
Desde el Frente Cívico en Santiago del Estero, donde Gerardo Zamora aseguró la continuidad de su fuerza a través de un sucesor, hasta Corrientes, donde el radical Gustavo Valdés consolidó su liderazgo dejando la gobernación a su hermano, los oficialismos provinciales triunfaron. La excepción fue la Ciudad de Buenos Aires que, aunque no es estrictamente una provincia, mostró un comportamiento electoral distinto.
Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires, el oficialismo de Axel Kicillof y numerosos intendentes, muchos de ellos kirchneristas, también se impusieron en sus elecciones locales, a pesar de que el kirchnerismo perdió a nivel nacional. Este contraste refleja una aparente paradoja: los argentinos respaldaron a sus gobiernos provinciales y locales, pero en la elección nacional enviaron un mensaje claro al presidente Javier Milei, expresando conformidad con su gestión y rechazo a un retorno del kirchnerismo.
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Con más del 40% de los votos en una elección de medio término, un porcentaje poco común para los gobiernos en este tipo de comicios, Milei obtuvo un triunfo significativo, especialmente considerando el contexto económico adverso que suele definir el voto en Argentina.
El apoyo a Milei se consolidó en provincias como Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y el interior de la provincia de Buenos Aires, zonas donde históricamente se votó en contra del kirchnerismo. Estas regiones, caracterizadas por el predominio de la actividad privada y una menor dependencia del Estado, volvieron a expresar su rechazo a las políticas kirchneristas, reclamando menos impuestos, retenciones y presiones fiscales. Este respaldo se extendió a nuevos territorios, ampliando la base electoral de La Libertad Avanza.
A pesar de este triunfo, el resultado plantea desafíos. En la provincia de Buenos Aires, donde el kirchnerismo había ganado por 14 puntos en septiembre, Milei logró revertir la tendencia. Esto se explica, en parte, por una menor movilización de los intendentes del conurbano, que ya habían asegurado sus victorias locales, y por la falta de alternativas atractivas al kirchnerismo y La Libertad Avanza, lo que polarizó la elección.
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Sin embargo, el éxito electoral no garantiza un camino despejado. El antecedente de Mauricio Macri, quien en 2017 obtuvo un triunfo contundente pero no logró implementar reformas profundas, sirve como advertencia.
Milei enfrenta ahora la tarea de capitalizar este respaldo electoral para avanzar en las reformas económicas necesarias, en un contexto financiero complicado y con la necesidad de acuerdos en el Congreso, donde los números mejoraron pero aún no son suficientes.
El presidente anunció anoche una postura de diálogo para negociar con sectores afines, mientras los gobernadores, con sus propias necesidades, también buscarán acuerdos. La clave para Milei será mantener el superávit fiscal sin ceder a demandas que comprometan su proyecto.
Los argentinos, al renovar el crédito a su gestión, le dieron un mandato claro: profundizar el rumbo sin retroceder. El desafío será transformar este respaldo en resultados concretos, sabiendo que los números positivos no son garantía de éxito si no se traducen en cambios estructurales.





