Raúl Barboza: la voz de un chamamecero eterno, en sus propias palabras
El acordeonista que llevó el chamamé al mundo recordaba en diálogo con Mario Pereyra en 2016 sus raíces guaraníes, la vida en París y el orgullo de difundir la música litoraleña. Escuchá el audio.
27/08/2025 | 17:38Redacción Cadena 3
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Audio. Raúl Barboza: la voz de un chamamecero eterno, en sus propias palabras
100 años de la Radio
El mundo de la música argentina despide a Raúl Barboza, el gran embajador del chamamé, fallecido a los 87 años en París. A modo de homenaje, vuelve a resonar una entrevista que brindó el 2 de mayo de 2016 al emblemático conductor Mario Pereyra, donde el acordeonista hablaba desde Francia sobre su vida, sus giras y su inquebrantable vínculo con la Argentina.
“Estoy en este momento aquí en París, me voy precisamente a buscar mi acordeón... y estoy preparando las valijas. El martes salimos rumbo a Buenos Aires y al día siguiente a Córdoba”, contaba en aquel diálogo distendido, anticipando su llegada al país para una serie de presentaciones junto a Amadeo Móngez y Choli Soria.
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Una vida entre dos mundos
Radicado en Francia desde 1987, Barboza confesaba que el desarraigo nunca le hizo perder el lazo con sus raíces: “Yo tengo muy arraigada mi raíz, guaraní y de hombre de la Argentina. Hago todo lo posible siempre para que mis raíces no se destiñan y poder compartirlas con otros pueblos”, afirmaba con emoción.
Lejos de la nostalgia paralizante, el músico había encontrado en Europa un espacio fértil para difundir la música litoraleña: “Aquí en Francia puedo asegurarte que la gente ama nuestra música. El francés ama en general a la Argentina. Respetando a nuestra música, yo pienso que lo están haciendo con el país todo”.
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Luto en la música. Murió Raúl Barboza, el embajador mundial del chamamé
El autor y compositor había nacido en Buenos Aires el 22 de junio de 1938 y estaba radicado en París, Francia, desde 1987. La noticia de su fallecimiento fue dada a conocer por su productor artístico, Alberto Felici.
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Entre la tradición y lo nuevo
Durante la charla con Pereyra, Barboza revelaba su intención artística de tender puentes entre lo aprendido en su tierra y lo creado en el exilio: “Vamos a mezclar las dos cosas: los temas que compuse aquí en Francia y los tradicionales. Me gustaría contar musicalmente mis propias vivencias y compartirlas con la gente”.
El hombre detrás del mito
Lejos de la solemnidad que lo rodeaba en los escenarios, en la entrevista emergía un Barboza cercano, cómplice y hasta risueño. Recordaba a colegas como Móngez y se permitía bromear sobre su edad, hablaba de la vida cotidiana con su esposa Olguita y hasta mencionaba el mate y el dulce de leche que mantenían vivo su mundo argentino en París.
“Estoy bien, bien de salud, bien espiritualmente. Comparto la vida con mi esposa, con Olguita... trabajamos juntos en la difusión del chamamé”, decía.
Una despedida con raíces intactas
Aquel diálogo de 2016 resume la esencia de Raúl Barboza: un músico universal, pero siempre anclado en su tierra. Entre París y Corrientes, entre los escenarios de Japón y Canadá y los fogones del litoral, su acordeón nunca dejó de contar historias propias y colectivas.
Hoy, al conocerse su partida, esas palabras resuenan como testamento: un hombre que llevó el chamamé al mundo sin dejar de ser, siempre, “Raulito El Mago” de la Argentina.




