El río como refugio del calor: fin de año movido en la costanera rosarina
Entre arena, sombrillas improvisadas y reposeras, el paisaje se dividió de manera natural: quienes optaron por acercarse al agua y quienes buscaron la sombra allí donde daba alguna tregua el sol.
31/12/2025 | 18:30Redacción Cadena 3 Rosario
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Audio. Final del año en la costanera de Rosario: las últimas horas en la Rambla Catalunya.
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Con el termómetro en alza y el aire pesado típico del verano, la costa rosarina volvió a convertirse en uno de los grandes refugios urbanos. La Rambla Catalunya, en particular, mostró durante la tarde un movimiento constante de vecinos y visitantes que eligieron el río Paraná como escenario para estirar la previa de Año Nuevo y escapar, aunque sea por unas horas, del calor sofocante.
Entre arena, sombrillas improvisadas y reposeras, el paisaje se dividió de manera natural: quienes optaron por acercarse al agua y quienes buscaron la sombra que empieza a ganar terreno cuando el sol avanza hacia el oeste. Un leve viento desde el río hizo más llevadera la jornada y alentó a muchos a quedarse más tiempo del previsto.
A diferencia de otros sectores balnearios pagos, la rambla pública permitió permanecer sin restricciones horarias, un factor que explicó en parte la alta concurrencia. Familias, grupos de amigos y parejas aprovecharon la tarde con mates fríos, tereré, masitas y algo para picar, mientras los guardavidas custodiaban a quienes se metían al agua.
“Llegamos cerca del mediodía y la idea es quedarnos hasta que baje un poco más el sol”, comentaron algunas de las personas que disfrutaban del lugar, al móvil de Cadena 3 Rosario. Para muchos, los preparativos de la cena de Año Nuevo ya habían quedado resueltos el día anterior, lo que permitió vivir la jornada con mayor tranquilidad. Menús fríos, postres y platos sencillos dominaron las charlas, siempre atravesadas por una consigna común: evitar el encierro de la cocina en un día de temperaturas extremas.
Hubo también historias que rompieron con la lógica de ir y venir. Algunas personas contaron que decidieron pasar varios días seguidos junto al río, incluso acampando en sectores cercanos y con presencia policial, para vivir las fiestas de una manera diferente. La postal se completó con expectativas de recibir el nuevo año al aire libre, con el Paraná como telón de fondo.
Mientras la tarde avanzaba y el sol comenzaba a aflojar, la rambla seguía llena. Nadie parecía apurado. En la previa de una noche especial, el río volvió a ser punto de encuentro, alivio frente al calor y una alternativa simple para cerrar el año con calma, naturaleza y compañía.
Informe de Agostina Meneghetti.





