Robó una caja navideña y lo echaron: la Justicia respaldó la decisión

Un insólito conflicto laboral escaló hasta tribunales y terminó con un fallo contundente: la Justicia consideró justificado el despido de un trabajador acusado de haberse llevado sin autorización una caja navideña destinada a una compañera. El episodio ocurrió en marzo de 2023 en una empresa de logística de la Ciudad de Buenos Aires y quedó registrado por cámaras internas.

El trabajador, con menos de un año de antigüedad, retiró el paquete sin permiso de la destinataria. En el juicio sostuvo que lo hizo con autorización de un delegado sindical y que la compañera simplemente había olvidado retirarlo. También argumentó que resultaba absurdo pensar en un intento de robo, dado que el área estaba monitoreada constantemente.

Sin embargo, el delegado negó haberlo autorizado y afirmó que las cajas entregadas por el sindicato tenían destinatarios específicos. La compañera nunca recibió el obsequio. Otros testigos respaldaron la versión empresarial y confirmaron que el paquete desapareció tras la maniobra del empleado.

Un historial que ya generaba recelos

El caso no se evaluó de forma aislada. Según testimonios, el trabajador ya había protagonizado episodios que sembraron dudas sobre su desempeño, entre ellos un supuesto robo de un vehículo de la empresa —que transportaba mercadería— ocurrido poco tiempo después de su ingreso. El incidente nunca quedó esclarecido y desde entonces el empleado se encontraba bajo seguimiento.

La empresa utilizó estos antecedentes para fundamentar la pérdida de confianza. La carta documento que comunicó el despido lo mencionaba explícitamente.

Las cámaras, clave para el fallo

En el expediente se dejó constancia de que el propio trabajador admitió haber retirado una caja que no le pertenecía. Dado que la autorización no fue probada —y debía serlo por quien la alegaba—, el tribunal entendió que se configuró una “injuria laboral” suficiente para extinguir el vínculo.

El fallo sostuvo que, aunque el valor económico del obsequio fuera bajo, el hecho representó una violación a los deberes de buena fe, fidelidad y diligencia. En actividades de reparto y logística, donde la confianza es un pilar, esa falta adquiere especial gravedad.

La Cámara confirmó la sentencia

Al revisar la apelación, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo respaldó el criterio del juez de primera instancia. Señaló que la empresa, ante empleados de muy reciente incorporación y con sospechas previas, se encuentra con menor margen de valoración. Por ello, una conducta irregular comprobada tiene un peso decisivo.

La Justicia entendió que la pérdida de confianza fue “objetiva y razonable” y que la desvinculación resultó legítima.

Efectos económicos del fallo

Si bien se rechazó la demanda principal por despido sin causa, el tribunal ordenó pagar al trabajador algunas diferencias menores en la liquidación final, actualizadas por IPC y con interés anual. También rechazó el reclamo por el certificado del artículo 80, al quedar demostrado que la empresa lo había puesto a disposición.

El caso deja una advertencia clara: en entornos laborales donde la confianza es central, incluso un acto aparentemente menor —como retirar una caja navideña ajena— puede desencadenar un despido justificado cuando queda probado que se actuó sin autorización.

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