Toyota y las crónicas del "Estado presente"
02/08/2021 | 14:20Redacción Cadena 3
Producir en Argentina es difícil. No es fácil venderle algo más que alimentos a los argentinos, con salarios que han perdido 24% del poder de compra. No es fácil importar insumos necesarios para fabricar un bien por el cepo al dólar. No es fácil invertir cuando no se sabe si el gobierno respeta o no la propiedad privada. No es fácil exportar cuando hay insólitos impuestos a las exportaciones y encima el Banco Central te da chirolitas por los dólares que traés de afuera. No es fácil ser competitivos por la pésima infraestructura. No es fácil abrir un negocio sin crédito. No es fácil ser eficientes por la burocracia reinante, los altos impuestos y, en algunos sectores, las extorsiones sindicales. La pobreza creciente es la síntesis de todo eso.
Pero, aún así, contra todo, algunos producen y apuestan a producir más. No sé cómo hacen. Es el caso de Toyota, la primera automotriz que, si Argentina tiene chances de fabricar vehículos con un mínimo de escala, esos vehículos tienen que ser camionetas. Se especializó en eso. Sólo fabrica pick ups. Entonces las exporta a muchos países y con los dólares que consigue así, importa los autos que también vende aquí.
Su presidente, Daniel Herrero, contó la semana pasada, con orgullo, que su planta bonaerense está al tope de producción: 140 mil unidades. Tienen más demanda y no dan abasto. Por eso quieren producir más. Para eso tienen que convencer a la firma matriz que amplíe su inversión en Argentina, algo difícil. Japón, por ejemplo, es el segundo acreedor más importante del Club de París al que Argentina amenaza defaultear.
Pese a todo, Toyota apuesta a producir más. Pero hay un último elemento que los frena: no se consiguen operarios. Herrero contó que, por esos proyectos a futuro, están buscando 200 empleados. Pero que no los consiguen porque en el área donde está la empresa no consiguen 200 aspirantes que hayan terminado bien el secundario. "En Buenos Aires se perdió el valor del secundario y se les hace difícil hasta leer un diario", dijo Herrera.
La planta de Toyota está enclavada en Zárate, al borde del conurbano bonaerense, la zona más poblada del país. Sólo en los 5 partidos que lo rodean viven más de 320 mil habitantes. La desocupación ronda el 12%. Pero no se consiguen 200 jóvenes con el secundario terminado.
Es el famoso Estado presente. Veinte años ininterrumpidos de planes sociales, de subsidios para los que al principio se exigía ir a la escuela pero después ya no. Veinte años de militancia creciente contra el mérito, de políticas educativas al servicio de los sindicatos de Ctera y no de los alumnos.
Cristina Fernández decía: "El que quiera gobernar, que arme un partido y gane las elecciones".
Le podríamos sugerir a Toyota una solución igualmente triste: "Si querés empleados abrite una escuela".
Aunque quisiera, Toyota no podría. Porque de cada auto que Toyota vende, ya le entrega el 55% al Estado, en impuestos.
Se suponía que con esas fortunas el Estado debería educar, como supo hacerlo alguna vez. Evidentemente eso ya no es así.




