Juntos por el Cambio y la tentación de las internas
Por Adrián Simioni
19/11/2021 | 14:24Redacción Cadena 3
El gobierno atrapa toda nuestra atención. No es para menos. Sin plata y sin pandemia, su división es una fractura expuesta.
Sin embargo, en la oposición también hay aguas turbulentas. Son menos visibles porque es una oposición que no tiene casi responsabilidad de gobierno, a no ser por la Ciudad de Buenos Aires y tres provincias.
Como los peronistas, los cambiemitas también saben oler la proximidad del poder. Y eso recalienta ambiciones, planes, internas y alianzas. Está todo al rojo vivo.
En el PRO, halcones y palomas están divididos por temas que van desde los impuestos hasta la mano dura con la delincuencia. Los radicales están envalentonados por los triunfos y todos quieren desde la candidatura presidencial de Juntos hasta la presidencia del partido, pasando por los cargos más altos en el Congreso, donde dicho sea de paso ya hay anotados para reemplazar al cordobés Mario Negri como presidente del bloque de Diputados.
Hasta en la famosa pata peronista de Juntos también hay divisiones. Rogelio Frigerio, por ejemplo, no quiere armar un bloque aparte de Juntos, como quiere Emilio Monzó.
Las disputas son inevitables en todo partido. Pero caer en el foso de las internas es un riesgo enorme para Juntos. Hay cuestiones de fondo, más inmediatas y cruciales que la coalición debe definir con extremo cuidado.
La principal es la invitación al diálogo que Alberto Fernández agita en público pero que no termina de concretar para que Juntos avale un acuerdo con el Fondo.
Para Juntos es un dilema. Si avala el acuerdo con el FMI, va a compartir el costo político del ajuste fiscal ordenado que el gobierno necesita hacer para evitar el ajuste hiperinflacionario desordenado. O sea que, encima de pagar costos políticos ayudarían a salvar al gobierno de Fernández.
Pero, si no se sientan al diálogo y no ayudan al gobierno, corren el riesgo de ofrecerle a Cristina Fernández la excusa perfecta para que la vicepresidenta patee la mesa del FMI, retome su relato chauvinista y se radicalice, en una espiral de consecuencias impredecibles para el sistema democrático y republicano.
Así que ojo con las internas desaforadas, cambiemitas. Piensen muy bien lo que están por hacer.




