"Granizo": la falsa tonada cordobesa condena la película
Romina Fernandes, una actriz y guionista ascendente, encarna a Carla Flores, la hija del protagonista que vive en Córdoba y que tiene un acento difícil de clasificar.
31/03/2022 | 08:56Redacción Cadena 3
Los miles de cordobeses que ya vieron la película “Granizo” experimentaron más o menos lo mismo: cierta inocultable satisfacción con un par de magistrales tomas aéreas de La Cañada y Los Capuchinos y el colorido de un sector de barrio Güemes, todos retazos de la ciudad, como postales privilegiadas que enamoran a cualquiera. Todo marcha sobre ruedas hasta el momento exacto en el que Guillermo Francella toca el timbre de una casa y sale a recibirlo su hija Carla.
Es instantáneo. De allí en más a cualquiera que haya vivido en estos pagos le costará concentrarse en los diálogos y la continuidad de la acción por la molestia que provoca el fallido intento de la actriz Romina Fernandes de imitar la tonada cordobesa. Para colmo de males, ella está distanciada de su padre y tiene que mezclar sorpresa, disgusto y tristeza cuando Miguel Flores aparece por su casa y casi le grita, amplificando el error.
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Así como nadie sabe quiénes ganaron o perdieron en los Oscar porque sólo se habla de la bofetada de Will Smith a Chris Rock, a muy pocos se les ocurre juzgar seriamente a la película de Marcos Carnevale porque el público local se quedó tildado por el acento falso de la actriz.
Nueve de cada diez espectadores defienden para ese rol la contratación de una cordobesa. Hay decenas de actrices que dan la talla y esta misma discusión se planteó en abril de 2016 cuando Telefe puso en pantalla la tira “Educando a Nina” que tuvo alto rating, enamoró a los porteños y enojó a la audiencia local por el esfuerzo que hacía el elenco encabezado por Griselda Siciliani por exagerar el cordobesismo que, en líneas generales, les salía "como la mona".
El problema son los estereotipos. A Córdoba se le suelen asignar determinadas coordenadas que facilitan la identificación de los nativos de la provincia para el resto de la Argentina. La tonada en primer lugar, el chiste fácil y rápido, el fernet con coca, Talleres y Belgrano y "La Mona" Jiménez.
Los realizadores de “Granizo” escribieron una historia en la que un meteorólogo riocuartense exiliado en Buenos Aires, con una carrera exitosa, fracasa de la noche a la mañana por una tormenta que no vio llegar y huye a Córdoba donde vive su hija, una médica pediatra con la que mantiene una relación compleja.
La película podría haber transcurrido perfectamente en el mismo escenario de Córdoba sin ninguna necesidad que la chica hablara en cordobés porque lo importante es la cuestión dramática que ubica a padre e hija distanciados, en distintos lugares geográficos y, sobre todo, en una sintonía diferente.
El cordobés de Romina Fernandes te saca de situación. Es un problema vivir pendiente de la forma como dice su parlamento en lugar del sentido que tienen sus palabras. Con “Educando a Nina” ocurría algo similar, pero el decidido acento humorístico de la novela de Underground y la música, la hacían más tolerable.
La primera en quejarse a viva voz por la interpretación de Romina Fernandes fue una tiktokera, Laveki, que pidió a los gritos que contraten cordobeses si lo que quieren es mostrar a un cordobés. “Cordobeses hay, pongan cordobeses, no les cuesta nada, busquen uno, el del almacén, el kiosquero, cualquiera que sea cordobés”.
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@laveki_ #cordoba #porteñosputos ? sonido original - Maria Victoria Talleres
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Seis años atrás cuando “Educando…” estaba en su esplendor, los porteños exhibían su desconcierto a diario por las quejas de Coki Ramírez que llegó a decir que las tonadas de los integrantes de ese elenco eran una estocada al corazón de toda una provincia.
Tal vez no sea para tanto, pero esta vez hay una molestia adicional: el director, Marcos Carnevale, es un orgulloso hijo de Inriville, Córdoba.