En vivo

Noche y Día

Susana Buontempo

Argentina

En vivo

Noche y Día

Susana Buontempo

Rosario

En vivo

De largo

Música

En vivo

Musical

Música

En vivo

Trasnoche random

Radio

Podcast

La mesa de café

Podcast

La otra mirada

Podcast

El dato confiable

Podcast

3x1=4

Podcast

La quinta pata del gato

Podcast

Cuadro de Situación

Podcast

80 años del Cuarteto

Podcast

Nazareno Cruz y el Lobo

Podcast

La Chacarera, el latido del monte

Podcast

Francisco: los 10 años del Papa argentino

Podcast

Manual para transformar Argentina

Escuchá lo último

Elegí tu emisora

Dólares, dragones y promesas: lo que hay en juego en el encuentro Milei-Trump

Una reunión que puede redefinir la relación entre Buenos Aires y Washington y marcar el rumbo económico y geopolítico de la región.

10/10/2025 | 13:05Redacción Cadena 3

Trump y Milei. (NA)

FOTO: Trump y Milei. (NA)

El martes 14 de octubre, en el Despacho Oval, se verán dos hombres que se parecen demasiado: Javier Milei y Donald Trump. Ambos se ven a sí mismos como referentes del mundo libre, enemigos del socialismo y mesías del mercado. Pero detrás de las fotos, de las frases grandilocuentes y de la parafernalia diplomática, lo que se discutirá en Washington no es solo ideas sino una moneda —y, detrás de ella, un mapa del poder.

Por el lado de Milei, todo parece claro: necesita oxígeno antes de las elecciones del 26 de octubre. Después del golpe que significaron las legislativas bonaerenses, los casos $Libra y Espert-Machado, de la disparada del dólar y de algunas señales de agotamiento en su coalición, el presidente llega a Washington buscando lo que ya consiguió: respaldo económico. Lo demás —la foto, los elogios, los gestos— será utilería.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ya lo anunció con tono de Wall Street: el Tesoro inyectará dólares "cada vez que lo considere necesario" para sostener la estabilidad argentina. "Hay que comprar barato y vender caro, y el peso está subvaluado", dijo en Fox News. Y en ese mismo, tono lanzó una declaración que generó desconcierto en más de uno: "El presidente Milei tiene el compromiso de sacar a China de la Argentina".

La operación, según Bessent, no es un rescate sino una inversión: 20.000 millones de dólares en un swap histórico con el Banco Central argentino, una suerte de paraguas monetario que Washington desplegará para "proteger la agenda política y económica de Milei". A cambio, Estados Unidos busca algo más que estabilidad: influencia.

El nombre del enemigo

Bessent lo dijo sin eufemismos: China. En el tablero global, Argentina aparece en esta etapa libertaria como una pieza útil para el viejo juego de la contención. En su entrevista, el funcionario estadounidense habló de evitar que la región se convierta en otra Venezuela y de impedir que el dragón chino siga comprando uranio y tierras raras en el continente.

En un tuit anterior, Bessent había citado a Trump y dejó clara la ecuación: "Solo Estados Unidos puede actuar con rapidez. Y lo haremos". No se trataba solo de un respaldo económico: era una afirmación de poder. Argentina, según el funcionario, debe ser "el faro de América Latina", una vitrina del capitalismo trumpista en una región teñida de gobiernos de izquierda.

Rápidamente este viernes, el jefe de Gabinete argentino, Guillermo Francos, intentó bajar el tono. En declaraciones radiales dijo que no hay motivos para "cortar el swap con China", que "todavía no vio ningún acuerdo firmado", y que solo se trata de "comentarios preliminares". Pero nadie desmintió el fondo de la cuestión: que Washington vuelve a mirar al sur y que Milei parece dispuesto a que Argentina sea el escenario donde Estados Unidos ensaye su nuevo modelo de influencia regional.

El plan del "Money Doctor"

Y en ese punto entra el otro personaje de esta trama: Steve H. Hanke, el "Money Doctor", profesor de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins y el mayor experto mundial en dolarización. Según Fortune, el gobierno de Trump lleva dos meses consultándolo en secreto. Lo convocaron a reuniones en el Eisenhower Executive Office Building, a metros de la Casa Blanca. Querían entender cómo podría funcionar una transfusión verde para la economía argentina.

Hanke no es un teórico de escritorio. Fue quien ayudó a establecer los sistemas de convertibilidad en Estonia, Lituania, Bulgaria y Ecuador, y quien asesoró a Carlos Menem a fines de los '80 sobre una caja de conversión que terminó siendo un simulacro: el régimen de convertibilidad. Ahora vuelve con una idea más radical: eliminar el peso.

"Argentina ya está dolarizada de facto", sostuvo Hanke. "Los argentinos prefieren dólares, los guardan en el colchón, los usan como refugio. Si realmente quisieran pesos, no necesitarían controles de cambio", aseveró. Según él, el país tiene reservas suficientes para reemplazar cada billete local por dólares reales. Bastaría un tipo de cambio flotante de sesenta días para determinar el valor final, y después, la amputación: se entierra el Banco Central. Ahí, la conexión con Milei. Con el Milei de la campaña 2023.

Lo sorprendente no es que Hanke lo proponga —lo viene haciendo desde 1991—, sino que esta vez el interés parta de Washington.

Según el artículo de Fortune, firmado por el editor general 
Shawn Tully, Hanke sostiene que dentro del equipo de Trump hay una "corriente pro-dolarización" que ve en Argentina un laboratorio perfecto para dos objetivos convergentes: frenar el avance de China en América Latina y aumentar la demanda global de bonos del Tesoro estadounidense.

En ese sentido, dolarizar sería, no solo una terapia para Milei; sino, acaso, un intento de exorcizar uno de los fantasmas más persistentes del país: la incapacidad perenne de domesticar su propia moneda.

El precio del rescate

La pregunta ahora es qué puede salir de la reunión formal del martes. Milei, con su retórica de cruzado libertario, necesita resultados tangibles: un dólar calmo, un índice de precios que ceda definitivamente, un gesto que calme a los mercados y le dé oxígeno político antes de las urnas, y por qué no, ya de cara a la reelección. Trump, en cambio, juega otra partida. Quiere demostrar que su doctrina —"Make America Great Again"— puede exportarse. Y que si se anota una victoria en el sur, el mundo tomará nota.

Argentina podría convertirse así en el laboratorio de una idea mayor: un país que busca dolarizar no solo por urgencia, sino como parte de una nueva alineación global. Milei ya obtuvo lo que irá a buscar a Washington: apoyo político y oxígeno financiero. Lo que queda por verse es hacia dónde conduce ese respaldo, y qué obtiene a cambio su interlocutor.

En este tipo de instancias, los acuerdos rara vez son unilaterales. Cada gesto tiene un beneficio, cada beneficio un costo. Los romanos lo resumieron en dos palabras que siguen valiendo 2.000 años después: cui bono? —¿a quién beneficia?

Lo más visto

Mundo

Opinión

Podcast

La otra mirada

Podcast

La mesa de café

Podcast

La quinta pata del gato

Podcast

3x1=4

Podcast

El dato confiable

Podcast

Política esquina Economía

Podcast

Abrapalabra

Podcast

Cuadro de Situación

Podcast

Los editoriales de Alberto Lotuf

Podcast

Agenda económica

Podcast

Las Claves de Zucho