Petro busca aliviar tensiones con carta a Trump sobre insinuaciones golpistas
El presidente colombiano Gustavo Petro envió una carta a Donald Trump buscando aliviar la tensión diplomática, aclarando que no acusó a Estados Unidos de intento golpista. La controversia surgió por declaraciones previas sobre un plan en su contra.
07/07/2025 | 17:23Redacción Cadena 3
BOGOTÁ (AP) — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, intentó reducir las tensiones diplomáticas con Estados Unidos, justo antes de que escalara la situación con la citación a consultas de sus diplomáticos. En un esfuerzo por aclarar su posición, Petro envió una carta a su homólogo Donald Trump, en la que dejaba en claro que nunca tuvo la intención de acusar a Estados Unidos de apoyar intentos de destitución en su contra.
En la carta, fechada el 23 de junio y divulgada por la prensa el lunes, Petro expresó: “Deseo aclarar que cualquier expresión mía que haya sido interpretada como una acusación directa sobre la participación en un supuesto golpe de Estado en Colombia, no tenía la intención de señalar a nadie de manera personal ni de cuestionar sin fundamentos el papel de los Estados Unidos.”
A pesar de este intento de conciliación, el 3 de julio, Estados Unidos llamó a consultas a John T. MacNamara, quien se encontraba interinamente encargado de negocios en la embajada en Bogotá, como respuesta a lo que consideraron las “declaraciones infundadas y reprochables de las más altas esferas del gobierno colombiano”. En una reacción similar, Petro también decidió convocar al embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña.
Unos días antes, el 11 de junio, durante un discurso, Petro mencionó haber recibido información de un “presidente vecino” que alegaba que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, estaba organizando un golpe en su contra. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, respaldó estas afirmaciones, aunque sin presentar evidencia.
Petro expresó en su carta que “reconozco que es posible que algunas de mis palabras hayan sido percibidas como innecesariamente duras. En aras del diálogo, quiero decir que mi intención no es cerrar puertas, sino abrir caminos para una conversación honesta y respetuosa entre nuestros países”.
La canciller colombiana, Laura Sarabia, comunicó que la carta fue enviada al Departamento de Estado de Estados Unidos antes de la citación de los encargados de las embajadas, buscando fortalecer los vínculos bilaterales. “Tanto el presidente, como el Estado colombiano, están en total disposición de fortalecer las relaciones con su principal aliado estratégico, que son los Estados Unidos”, afirmó Sarabia.
Karoline Leavitt, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, dijo que no estaba segura de si Trump había leído la carta, aunque prometió consultarlo con él en el Consejo de Seguridad Nacional.
Una tensión creciente
Las declaraciones de Petro se vieron acompañadas por la controversia generada por audios divulgados por el diario El País, en los que el exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, discutía un supuesto plan para forzar la renuncia del presidente a través de “presión internacional”. Según los audios, Leyva habría buscado contactos con Rubio mediante congresistas republicanos, quienes negaron tal afirmación.
Luego de la retirada de los diplomáticos estadounidenses, Petro aclaró públicamente que no creía en la participación de Rubio en un complot de derrocamiento, señalando que los instigadores del plan eran “señores de la extrema derecha” que nunca llegaron a su despacho.
La creciente tensión ha generado preocupaciones en el gobierno colombiano y sectores económicos, considerando que Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia. María Emma Mejía, exministra de Relaciones Exteriores, indicó que la situación diplomática actual es particularmente alarmante dado que el país tiene un récord de cultivos de hoja de coca, alcanzando las 253.000 hectáreas en 2023, y Estados Unidos ha demandado resultados más sólidos para reducir esta cifra, vinculada a la producción de cocaína mundial.
Mejía advirtió que si se debilita la alianza entre Estados Unidos y Colombia frente al crimen organizado, la situación podría volverse complicada. La escalada de tensiones se remonta a enero, cuando Petro se opuso a la recepción de colombianos deportados en vuelos militares estadounidenses, lo que desencadenó amenazas de aranceles mutuos, aunque finalmente no se concretaron tras la decisión de Colombia de aceptar a los migrantes.
[Fuente: AP]




