Cumbre del G7 en Canadá: tensiones por crisis Israel-Irán y comercio global
Los líderes del G7 se reunieron en Canadá ante un panorama de tensión por el conflicto entre Israel e Irán y las recientes guerras comerciales impulsadas por Estados Unidos.
15/06/2025 | 10:44Redacción Cadena 3
BANFF, Canadá (AP) — El domingo, líderes de potencias económicas llegaron a las Montañas Rocosas para una cumbre del Grupo de los Siete, marcada por la crisis entre Israel e Irán y los conflictos comerciales que surgen bajo la administración de Donald Trump. Este escenario ha generado inquietud tanto entre aliados como entre adversarios.
Los ataques recientes de Israel hacia Irán, junto a la respuesta de Teherán, sorprendieron a varios líderes internacionales y reflejaron un contexto global más inestable, mientras Trump busca distanciar a Estados Unidos de su rol tradicional de regulador mundial.
En su camino a la cumbre, el primer ministro británico Keir Starmer declaró que había discutido medidas para desescalar la tensión con Trump y Netanyahu, entre otros líderes. Gran Bretaña ha incrementado su presencia militar en Oriente Medio, enviando aviones de combate.
Starmer manifestó: “Contamos con preocupaciones sobre el programa nuclear iraní. Aceptamos el derecho de Israel a la autodefensa, pero insistimos en que es fundamental desescalar la situación, dado el alto riesgo de un agravamiento en la región y a nivel internacional.” Expresó su deseo de que las “discusiones intensivas” continuaran durante la cumbre.
Trump, en el centro de la atención de la cumbre
Mark Carney, primer ministro anfitrión, optó por no emitir una declaración conjunta al finalizar la reunión, desviándose de la tradición. La cumbre podría transformarse en una serie de diálogos bilaterales, ya que otros líderes buscan persuadir a Trump contra la imposición de nuevos aranceles.
Las inusuales amenazas de Trump sobre la posible anexión de Canadá como el estado 51 y su deseo declarado de tomar control de Groenlandia se apoderan del ambiente previo a la cumbre. Emmanuel Macron ancló en Groenlandia antes de su viaje a Canadá, manteniendo conversaciones sobre soberanía y territorialidad.
Macron, quien tuvo un enfoque directo con Trump en su primer mandato, no ha logrado evitar las consecuencias de los aranceles anhelados por el presidente estadounidense, a pesar de sus intentos por construir una coalición con otros líderes. Está prevista una reunión entre Trudeau y Zelenskyy, evento que destaca la elevada tensión en Europa debido al conflicto en Ucrania.
Boehm, experimentado en cumbres del G7, espera que los líderes den prioridad a la crisis en el diálogo, lo que reforzaría la agenda de política exterior. “La discusión abre espacio para una declaración.”
Tensiones y dinámica de poder
Los líderes de países ajenos al G7, como India y Ucrania, han sido convocados a discutir la situación comercial, que permanece en la agenda. Boehm subrayó que Trump podría preferir negociaciones unilaterales que una cumbre inclusiva, lo que pone a prueba la capacidad de los líderes de contener sus diferencias en un entorno de creciente tensión.
Los encuentros que se proyectan con Trump podrían tensionarse, considerando el estilo de liderazgo que el presidente estadounidense ha demostrado hacia otros jefes de Estado. En este contexto, ex primer ministro canadiense Chrétien sugirió que los líderes deberían ignorar las provocaciones de Trump, manteniendo un enfoque calmado y lógico, tal como lo hizo Carney en su reciente reunión en la Casa Blanca.
Starmer, tras una calurosa recepción de Trump en febrero, planea firmar un pacto económico que aún no se ha concretado, lo que ha provocado malestar por el equilibrio de poder entre Canadá y el Reino Unido.
Esperado resulta el encuentro entre Zelenskyy y Trump, evidenciando los cuidados que deben tomarse en las relaciones bilaterales. En el fondo, la discusión sobre la guerra en Ucrania y la postura estadounidense frente a Europa resuena como una cuestión central en la cumbre.
Los líderes alemanes se han manifestado cautelosos, evitando la caracterización de la cumbre como una confrontación ‘seis contra uno’, reiterando la diversidad de posturas que existen entre las naciones del G7.
Este evento se convierte en un termómetro de las relaciones internacionales contemporáneas y la dinámica política que gira en torno a la figura del presidente de Estados Unidos.
[Fuente: AP]




