Cardenales argentinos, referentes universales y cotidianos
20/09/2023 | 11:01Redacción Cadena 3
La decisión del Papa Francisco de crear veintiún nuevos cardenales para la Iglesia católica, entre ellos tres argentinos, importa de por sí no solamente a los católicos sino a toda la vida social e institucional.
Lo primero es lo primero: qué es un cardenal; cuál es su función concreta y de qué manera debería influir en la vida de una sociedad.
Un cardenal es normalmente un obispo –aunque puede ser un presbítero, es decir un cura “raso”- que es designado de manera personal y directa por el Papa para que sea una referencia específica de su criterio pastoral y político.
De tal manera que así como los consagrados, ya sean monjas, religiosas, diáconos, sacerdotes u obispos, dependen orgánicamente de diferentes estamentos vaticanos, los cardenales se refieren y establecen su vínculo directamente con el Papa de turno.
En el caso del Papa Francisco viene quedando claro en estos diez años de pontificado que ha elegido para desarrollar un perfil indudablemente humanístico, que instale a la persona concreta en el centro de su trabajo y que se atreva a trascender la condición de creyente, de exclusivismo de fe católica, de conveniencia política.
Que esa prioridad se acentúe en los más vulnerables y vulnerados sin temor alguno, y que ese criterio esté por encima de cualquier esquema político, estratégico y sobre todo económico.
Puede gustar más o menos. Puede caerse en la torpeza de pensar que Bergoglio Papa pretende instaurar el peronismo en el mundo, que en realidad es un “no pensar”, o hasta pueden generarse reacciones de puritanismo incluso periodístico, recortando maliciosa y mediocremente el perfil propio de un Papa, líder mundial no sólo religioso sino también político, con mal actuadas posiciones pseudoindignadas aplicando con pobreza el cristal puramente argentino.
Que haya tres nuevos cardenales argentinos designados de manera personal y sin aviso previo por el Papa Francisco es entre otras cosas, una invitación a entrar honestamente en sus perfiles y tomar nota de qué se propone en ellos para la construcción de una sociedad más sana, honesta, plural y solidaria.
Y eso que aún falta hablar de lo puramente religioso…





