Grave para Centralia: la Corte coparticipada
Por Adrián Simioni.
26/05/2022 | 11:20Redacción Cadena 3
Provincias como Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, el interior bonaerense y otras regiones que aquí llamamos Centralia, porque integran la franja central productiva del país, enfrentan un nuevo y extremo riesgo.
Hay 16 gobernadores del Frente de Todos (o sea todos menos los de Córdoba, Mendoza, Jujuy, Corrientes, Neuquén y Capital Federal) que acaban de anunciar que van a impulsar una reforma de la Corte Suprema de Justicia. La idea estrella de los gobernadores feudales es que la Corte Suprema pase a tener un juez por provincia. Para ellos, eso es federalizar la Corte.
Pero para Centralia es un riesgo extremo. Porque ya hoy las provincias del Norte y la del Sur, junto al conurbano bonaerense, tienen el control total del Senado y de Diputados, y con ese poder manejan también el presupuesto de la Nación. Con todo ese poder es que fueron armando el actual sistema en el que los impuestos se recaudan en Centralia y se desperdician en el Conurbano y las provincias feudales.
Centralia es minoría. Y no tiene los diputados, los senadores ni la capacidad de presión sobre el Ejecutivo para cambiar eso o evitar que eso se agrave año tras año.
Y mucho menos podrá enfrentar eso si prospera el plan del peronismo feudal para copar la Corte. La Corte Suprema quedaría coparticipada, con el riesgo de que cada juez responda a un gobernador. O sea que los feudales que ya dominan el Congreso y el Ejecutivo pasarían a quedarse también con la Corte. Más allá del equilibrio de poderes, caería el último equilibrio regional que queda, la última defensa de racionalidad fiscal. Imaginen a una corte coparticipada teniendo que fallar sobre las retenciones al agro, las regalías petroleras, los regímenes previsionales norteños o los subsidios que privilegian al Conurbano.
De hecho, como si fuera un símbolo, la mayoría de los miembros de la Corte de hoy son nacidos y criados en Centralia: Lorenzetti y Rossati en Santa Fe, Maqueda en Córdoba y Rosenkrantz en Capital Federal. Eso nunca más sería así.
Por eso es lógico que el único gobernador que se reivindica peronista y no firmó haya sido Schiaretti. En cambio, es incomprensible que hayan firmado el santafesino Omar Perotti y el entrerriano Gustavo Bordet: los dos están entregando los pocos recursos institucionales federales en serio que les quedan a sus provincias por fidelidad a la alianza populista del conurbano y los gobernadores feudales que parasita a santafesinos y entrerrianos. Perotti y Bordet están regalando el loteo coparticipado de la Corte Suprema. Ojalá nada de esto prospere. Y si prospera, a no olvidarse de los irresponsables que le ponen la firma a cualquier cosa.




