El cobre, clave para un futuro energético sostenible y limpio
El cobre se posiciona como un metal esencial en la transición hacia energías limpias. Su demanda podría duplicarse para 2050, impulsada por la electrificación del transporte y el crecimiento de las energías renovables.
12/11/2025 | 10:40Redacción Cadena 3
En los últimos tiempos, se ha hablado mucho sobre los minerales críticos, aquellos metales y elementos que son fundamentales para las tecnologías avanzadas que utilizamos a diario, como los teléfonos móviles y los vehículos eléctricos (EVs). Sin embargo, es importante también considerar los metales estratégicos, que son esenciales para la economía y seguridad de un país, especialmente en un mundo que avanza hacia tecnologías digitales y fuentes de energía renovables.
La clasificación del cobre varía según la región. En países como Australia y Brasil, se considera un mineral estratégico, mientras que en Chile, el mayor productor mundial, así como en Canadá, Estados Unidos, India y Corea del Sur, se clasifica como un mineral crítico. Independientemente de su categoría, el cobre ha sido uno de los metales más importantes en la historia de la humanidad, siendo fuente de riqueza para imperios desde la antigüedad hasta la actualidad.
A medida que el mundo se dirige hacia un futuro bajo en carbono, el cobre se destaca como un elemento clave para el desarrollo sostenible y la transición energética global. Este metal es un conductor eléctrico y térmico excepcional, lo que lo convierte en un componente indispensable en muchas tecnologías. Es el transmisor de información más común en nuestros dispositivos electrónicos.
En la infraestructura de energías renovables, el cobre se utiliza ampliamente en redes eléctricas, vehículos eléctricos, turbinas eólicas y paneles solares. De hecho, las tecnologías de energía renovable requieren hasta cinco veces más cobre que los sistemas convencionales. La Agencia Internacional de Energía (IEA) proyecta que la demanda de cobre para energía limpia podría casi duplicarse para 2050, impulsada por la electrificación del transporte y la expansión de la generación de energía renovable.
La industria minera prevé que la demanda de cobre en la próxima década superará la cantidad total extraída a lo largo de toda la historia. La importancia estratégica del cobre se ve reforzada por su papel en la mejora de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. A medida que el mundo se reconfigura para un futuro de emisiones netas cero, la capacidad del cobre para transmitir electricidad de manera eficiente es vital para minimizar las pérdidas energéticas y apoyar la integración de las energías renovables en la red.
El cobre es uno de los materiales más reciclables del planeta, siendo 100% reciclable. Casi el 80% de todo el cobre extraído hasta la fecha sigue en uso hoy en día. Aproximadamente un tercio de la demanda global de cobre se satisface a través del reciclaje, lo que es fundamental para su contribución a la sostenibilidad y la economía circular, minimizando la necesidad de nuevas extracciones y reduciendo la huella ambiental de su producción.
Las empresas mineras están adoptando cada vez más prácticas responsables, desde la reducción del uso de agua y energía hasta el compromiso con las comunidades locales y la inversión en gestión ambiental. El enfoque de la industria en el reciclaje, la eficiencia de recursos y la innovación tecnológica está ayudando a asegurar que el cobre siga siendo un habilitador sostenible de la transición energética.
Uno de los minerales de cobre que ha capturado mi atención es la malachita, un mineral verde vibrante que ha influido en la historia como pigmento y fuente de cobre desde tiempos neolíticos. La fundición y uso del cobre marcaron el final de la Edad de Piedra y el inicio de la Edad de Bronce. La malachita, utilizada en pigmentos, cosméticos, armas y amuletos espirituales, ha tenido un significado cultural en diversas sociedades, simbolizando fertilidad e inmortalidad en culturas mediterráneas y de Medio Oriente.
Hoy en día, la malachita sigue siendo prominente en el arte, la joyería y como marcador de exploración para depósitos de cobre. Este mineral se forma como un mineral secundario, lo que significa que se genera después de que otros minerales de cobre han sido creados y luego descompuestos por sustancias presentes en el mismo entorno. Por ejemplo, cuando minerales primarios ricos en cobre, como la chalcopyrite y la bornita, son expuestos a fluidos que contienen agua, oxígeno o CO2, el cobre en ellos se disuelve y es transportado.
La malachita puede adoptar muchas formas, como grumos redondeados, fibras alargadas, recubrimientos en forma de carámbano o incluso costras polvorientas. Se encuentra a menudo en áreas volcánicas, ya sean activas o no. Debido a que la malachita es una rica fuente de cobre y se forma de maneras interesantes, atrae la atención de científicos, coleccionistas y exploradores de cobre.
El camino hacia un futuro sostenible y descarbonizado está pavimentado con metales. El cobre, con sus propiedades superiores de conducción y reciclabilidad, está en el corazón de esta transformación. La malachita, una vez un mineral primario y ahora un símbolo de recuperación de recursos sostenibles, destaca el papel evolutivo de los minerales en la economía circular. A medida que crece la demanda de tecnologías de energía limpia, asegurar suministros responsables y resilientes de metales estratégicos como el cobre será crucial. Al adoptar la innovación, el reciclaje y la minería sostenible, podemos garantizar que estos recursos vitales continúen impulsando la transición energética del mundo, apoyando el progreso tecnológico y la gestión ambiental que definen nuestra era.
Lectura rápida
¿Qué es el cobre?
El cobre es un metal esencial para la transición energética, conocido por su alta conductividad eléctrica y térmica.
¿Por qué es importante?
Su demanda podría duplicarse para 2050 debido a la electrificación del transporte y el crecimiento de las energías renovables.
¿Qué es la malachita?
La malachita es un mineral de cobre que ha sido utilizado desde tiempos neolíticos y simboliza la sostenibilidad.
¿Cómo se recicla el cobre?
Casi el 80% del cobre extraído sigue en uso hoy, y un tercio de la demanda global se satisface a través del reciclaje.
¿Cuál es el futuro del cobre?
El cobre será clave para la transición hacia un futuro bajo en carbono, apoyando la integración de energías renovables.





