Boca vive una profunda crisis deportiva y parece no tocar fondo
Lleva 11 partidos sin ganar, con un plantel superpoblado y jugadores no aptos para esa camiseta, una pésima gestión de elección de técnicos y peor aún la gestión de refuerzos.
29/07/2025 | 17:20Redacción Cadena 3
Boca Juniors está inmerso en una dura crisis, encadenó once partidos consecutivos sin victorias, su peor marca histórica, y crece el descontento general, que empieza reprocha incluso ya a su presidente Juan Román Riquelme.
La derrota del domingo 1-0 ante Huracán en el torneo local desató una tormenta de críticas y profundizó el malestar. Es como que a Boca lo mirás y sabés que va a perder, como que jamás encuentra aquella luz, aunque sea tenua, al final del túnel.
El Xeneize languidece en el penúltimo puesto del Grupo A del Torneo Clausura con dos puntos de nueve disputados, de la mano de un Miguel Ángel Russo, de 69 años, en su tercera etapa al frente del club.
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Russo fue el DT que llevó a Boca a ganar su sexta y última Copa Libertadores en 2007, pero también el que condujo al equipo a los peores números de su historia: once partidos sin ganar ahora, diez sin victorias en 2021, lo que se traduce en un solo triunfo en los últimos 25 juegos como DT Xeneize entre el 5 de mayo de 2021 y el 27 de julio de 2025. Dos ciclos, con cuatro años de diferencia y esa única sonrisa el 27 de mayo de 2021 por Copa Libertadores ante The Strongest 3-0.
En los tres casos, 2007, 2021 y 2025, con Riquelme como protagonista, en cancha, como titular del Consejo de Fútbol y como presidente respectivamente.
El domingo, antes de comenzar el segundo tiempo, Russo había decidido sustituir al delantero uruguayo Miguel Merentiel pero, aparentemente, no se lo había comunicado. En un confuso episodio, el jugador charrúa salió tras enterarse del cambio y, en vez de quedarse en el banco de suplentes, fue directamente al vestuario donde rompió una puerta en señal enojo y habría tenido palabras despectivas hacia Russo.
Los que conocen la interna boquense, dicen que Russo, enojado por el primer tiempo en el Ducó, le recriminó los errores a sus jugadores. Merentiel habría recogido el guante y levantó la voz, lo que llevó inmediatamente al técnico a ordenar el cambio por Milton Giménez.
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Russo dijo en conferencia de prensa que esa situación se dio por un "problema de papeles" y de comunicación con el cuarto árbitro, una explicación que generó más confusión que claridad.
"Me hago cargo de todo”. "No es normal perder tanto en Boca", admitió el técnico pidiendo perdón y asegurando: "Me hago cargo de todo".
¿Russo está perdiendo autoridad? Pone jugadores fuera de sus puestos naturales, volantazos de un partido a otro. Debió aclarar que no hubo discusión con el “Changuito” Zeballos con un “Son tonterías”; en medio de versiones sobre problemas físicos e internos con el chileno Palacios dijo “De Palacios no hablo”; y en pleno Mundial de Clubes se viralizó una discusión con Marcos Rojo quien le aseguró que le estaba faltando el respeto.
Puertas adentro cuentan que no lo ven en óptimas condiciones físicas ni de salud, con formas y decisiones que se fueron al tacho, sin el orden que lo caracterizó en su carrera.
Riquelme, ídolo como jugador, hoy enfrenta duras críticas como presidente, lugar al que llegó electo en 2023 con amplio apoyo. Desde que Jorge Ameal se convirtió en el titular del club y Román tomó las riendas del fútbol, Boca tuvo seis entrenadores en cinco años y uno que se repite: Miguel Russo (19 meses, dos títulos y 57% de eficacia en 60 partidos), Sebastián Battaglia (10 meses, dos títulos y 56% de efectividad en 56 cotejos), Hugo Ibarra (8 meses, dos títulos y 62% de eficacia en 36 encuentros), Jorge Almirón (7 meses y 49% de eficacia en 43 cotejos), Diego Martínez (9 meses y 55% de efectividad en 45 partidos), Fernando Gago (6 meses y 62% de efectividad en 30 encuentros) y de nuevo Russo.
Al frente del Consejo de Fútbol, obtuvo seis títulos, pero desde que es presidente está seco de conquistas en ocho torneos disputados: en 2024 fue eliminado de la Copa de la Liga en semifinales, de la Copa Sudamericana en octavos de final, de la Copa Argentina en semifinales y quedó sexto en las posiciones generales de la Liga.
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En lo que va de 2025 fue eliminado en la fase previa de la Libertadores, de los playoffs de la Copa Apertura en cuartos de final, del Mundial de Clubes en fase de grupos y en 16avos de final de la Copa Argentina.
Pero Riquelme no habla. Lo manda a “Chicho” Serna a apagar el incendio, quien tomó la palabra ante la salida de Gago y transmitió “preocupación” de la dirigencia por el momento deportivo. Momento deportivo que podría llevarse puesto a todo el Consejo de Fútbol para dar paso a la figura del manager.
Si ampliamos el abanico, durante los últimos 18 años, Boca tuvo 15 técnicos; desde la Libertadores 2007 sólo se adjudicó un torneo internacional (la Recopa Sudamericana 2008) y en todo ese lapso de 18 años, no jugó copas de la Conmebol en cuatro. De hecho, no estuvo en las últimas dos Libertadores y para que no sean tres años seguidos afuera le quedan dos balas: ser campeón del Clausura o terminar entre los tres primeros de la general.
A pesar de una inversión multimillonaria en refuerzos como Leandro Paredes, el equipo no encuentra rumbo.
Tampoco rindió como se esperaba Edinson Cavani, quien llegó en 2023 con el sueño de ganar una Copa Libertadores, pero está lejos de todo. En lo que va del año apenas hizo tres goles en 15 partidos (11 del Apertura, 1 del Clausura, 1 del Mundial de Clubes y 2 de la Copa Argentina). El uruguayo jugó 11 torneos vestido de Boca y no ganó título alguno.
A eso se le suma Rodrigo Battaglia, volante central que en el Mineiro de Milito fue líbero y en Boca lo utilizan de “2” teniendo a Di Lollo. Ander Herrera ya tiene cinco desgarros y sólo siete partidos como titular y hasta hace horas Milton Delgado, de las buenas apariciones de las inferiores del club, estaba borrado por ser “muy joven” con 20 años.
La eliminación en la Copa Argentina ante Atlético Tucumán la semana pasada con Fabra de titular después de seis meses y a cinco de quedar en libertad de acción, culpando de la derrota al árbitro en vez de hacer una autocrítica, le puso más fuego a una cocina que tampoco olvida el empate ante el amateur Auckland City en el Mundial de Clubes, que derivó en una eliminación en fase de grupos.
En redes sociales, los hinchas expresan su frustración, señalan errores de planificación, exigen cambios drásticos, incluso la renuncia de Riquelme y un sector de la barra publicó una dura advertencia al plantel.
En la próxima fecha, el 9 de agosto, Boca recibirá a Racing en lo que será un clásico entre grandes y un punto de inflexión para el Xeneize, que busca desesperadamente recuperar su identidad ganadora. Hablando de clásicos, el Xeneize hace 6 que no gana uno, con cinco derrotas siendo el 3-2 a San Lorenzo del 18 de agosto pasado la última victoria.
Así está el mundo Boca, en un pozo del que se piensa que ya está en lo más profundo, pero no, cada vez hay más profundidad.
Informe de Gabriel Rodríguez.




