Wanda Nara exige US$30 mil mensuales a Mauro Icardi y lo quiere como deudor
Wanda solicitó a la Justicia que Mauro Icardi pague US$30 mil mensuales para sus hijas y lo incluya como deudor si no cumple. A su vez, él demanda una división de bienes "hacia atrás".
31/05/2025 | 13:52Redacción Cadena 3
Wanda Nara lanzó una nueva ofensiva legal contra Mauro Icardi, en un episodio más del tumultuoso capítulo que protagonizan ambos. La mediática solicitó que el futbolista sea incluido en la lista de deudores alimentarios debido a la falta de pagos por la manutención de sus hijas. Igualmente, exige que el delantero, que cuenta con un salario mensual de US$100 mil, abone la suma de US$30 mil para la manutención de Francesca e Isabella.
Un camino lleno de tensiones
Los episodios anteriores del culebrón incluyen detalles llamativos, como la aparición de un Lamborghini rosado y discrepancias en la pareja que evidencian el clima tenso que vive esta particular relación. En la última reunión, la defensa de Icardi se negó a realizar cualquier desembolso, generando un estancamiento en las negociaciones.
Icardi, por su parte, argumenta que Wanda se quedó con diversas propiedades y goza del beneficio de usufructuar de las mismas. En sus declaraciones, ha planteado que la única solución viable sería una "división de bienes hacia atrás", para equilibrar la situación económica conyugal. Sin embargo, la normativa vigente establece que, independientemente de los ingresos de la madre, la contribución del padre se mantiene al 30% para asegurar que los niños conserven un nivel de vida similar al que disfrutaban antes de la separación, especialmente considerando que Wanda tiene la tenencia mayoritaria.
Implicaciones legales y financieras
Este conflicto no solo refleja la tensión personal entre ambos, sino que también destaca la importancia de las regulaciones nacionales respecto a los arreglos económicos post-separación. La ley protege los derechos de los hijos, garantizando que cumplan sus necesidades básicas de acuerdo a su anterior nivel de vida. La disputa incluye no solo la rutina diaria de las hijas, sino también cuestiones asociadas a la estabilidad emocional y financiera que cada uno de los padres puede proporcionar en este contexto de separación.




