"Dulce Amor" tuvo el final feliz que todos esperaban
La imagen de Marcos, Victoria y sus hijitos, con el quiosco de Pepe de fondo, fue el broche de oro para este ciclo de Telefé que atrapó a los argentinos. Una multitud los acompañó en el Gran Rex.
30/04/2013 | 07:56Redacción Cadena 3
FOTO: Marcos y Victoria felices frente al quiosco de Pepe (Foto: @Carlitosj2013)
Después de 300 capítulos, amores, desamores, muertes y partidas inesperadas, ayer "Dulce Amor" puso punto final a la historia de Marcos Guerrero y Victoria Bandi o Victoria Fernández.
Con el teatro Gran Rex colmado de fans de la tira, el elenco casi en pleno de la novela producida por Quique Estevanez acompañó los últimos momentos de la feliz pareja y de las otras parejas que surgieron paralelas a la historia central.
Una de esas parejas que tomó mucha fuerza e incluso en un momento opacó a los personajes centrales, fue la de Juan Darthés y Calu Rivero.
Por eso merecía un cierre o reencuentro que finalmente se dio ayer. Julián Alvarez (Darthés) se conectó vía PC con Natacha (Rivero), se desearon buena suerte y recordaron su historia de amor como un hecho que había marcado sus vidas.
Julián finalmente se quedó con Gisella (Florencia Ortiz) que en el último plano aparece embarazada y feliz.
Como suele suceder en los últimos capítulos de estas tiras, los autores hicieron uso de ese recurso tan últil y necesario como es "un tiempo después" para resolver varias situaciones.
Así se vio también a Lucas (Nicolás Riera) intentando reconstruir su historia con Brenda (Rocío Igarzábal) y a Lorenzo (Segundo Cernadas) preso pero con el amor incondicional de Angi (Sol Estevanez).
Después de intentar secuestrar y matar a Victoria Bandi, Lorenzo finalmente se entregó a la policía y purga una larga condena.
Elena regresó a la mansión Bandi, pero para convertirla en sede de una Fundación que la millonaria dejó en manos del mayordomo inolvidable que compuso Jorge Sassi.
Pepe y Elena volvieron, después de un desencuentro de 38 años para intentar vivir la historia de amor que habían dejado trunca.
Las más de 3000 personas que lo vieron en el Gran Rex, como así también los millones que lo vieron por TV, sintieron que la novela terminó cómo lo soñaron: todos felices y comiendo perdices.
El beso en vivo del final entre Marcos y Victoria, fue el broche de oro para esta historia.
Recién al finalizar el envío se volvió a la transmisión en vivo y en directo de la fiesta desde el Gran Rex.
“Gracias por tanto”, se leía en una placa negra en pantalla en el último segundo.
