Qué visitar en una escapada de cuatro días a Jujuy

Las vacaciones de invierno son una gran oportunidad para viajar en familia a los distintos puntos turísticos del país. Con sus cerros de colores, sus peñas y sus construcciones coloniales, Jujuy se presenta como un punto en el mapa de visita obligada.

Parece pequeña, pero Jujuy es enorme y hermosa. Atesora miles de rincones para conocer. Sin embargo, se puede hacer una recorrida interesante en solo cuatro días:

- Día 1: Purmamarca, Maimará y Tilcara

A 65 kilómetros de Jujuy se encuentra Purmamarca. Se trata de una pequeña pero pintoresca localidad, en la que todo gira en torno a la plaza principal, la Plaza 9 de julio. Allí está la feria de artesanías y el cabildo. 

Pegadito a la plaza está la Iglesia Santa Rosa de Lima y al lado de la misma, el algarrobo viejo, un árbol de más de 700 años. 

Purmamarca es además, donde se encuentra uno de los lugares más icónicos de Jujuy: el famoso Cerro de los 7 colores. Es recomendable ir por la mañana ya que antes del medio día, es cuando mejor luz natural tiene. 

Frente a la plaza hay un mirador al cual se puede ascender para ver el cerro de frente y obtener una vista única.

Otro paseo que se recomienda hacer es el Paseo de los Colorados, caminando o en auto. Consiste en dar la vuelta al Cerro de los 7 colores.

Muy cerquita de Purmamarca, a unos 20 kilómetros aproximadamente por RN 9, se llega a un pueblito muy chiquito: Maimará. Al caminar por sus callecitas, se podrá observar la plaza central rodeada de construcciones antiguas, campos sembrados con flores de colores y fincas. 

El pueblo se asienta a los pies del Cerro Paleta del Pintor, un cerro multicolor que enamora con sus marrones, amarillos, ocres y bordós, haciendo del entorno un lugar único. 

Continuando viaje por la RN 9, a 8 kilómetros aproximadamente está Tilcara. Otro de los sitios imperdibles en un viaje a Jujuy. Allí se puede visitar la plaza principal y la Iglesia del Rosario.

Dos recomendados son el Jardín Botánico de Altura y un viaje al pasado en el Pucará de Tilcara. Este último es un sitio arqueológico formado por numerosas construcciones realizadas por los tilcaras en la época pre hispánica. Algunas zonas han sido reconstruidas, pero cuidando y manteniendo la esencia original. 

Pasar la tarde en un café literario y comer rico en alguna peña folclórica, es una gran forma de cerrar el día en Tilcara. 

- Día 2: Salinas grandes

Vale la pena empezar el día temprano y conducir 132 kilómetros desde Jujuy, o 65 en caso de pernoctar en Purmamarca, para llegar a las Salinas Grandes. Por la RN 52 se atraviesa la famosa Cuesta del Lipán, un camino de curvas y contra curvas en altura con paisajes impactantes.

La llegada al salar es impactante, ya que cuenta con uno de los paisajes más hermosos de nuestro país. El ingreso se hace sólo con servicio de guías, ellos acompañan la experiencia y brindan información. 

La excursión recorre las piletas de cristalización y los ojos de salar. Una de las actividades favoritas de los turistas son las divertidas fotografías que se pueden lograr gracias a los efectos visuales que produce el reflejo de la luz natural. 

Es importante llevar ropa cómoda, anteojos de sol o gorra y protector solar. También hidratación. 

Para finalizar el día, se puede regresar a Purmamarca y Tilcara y disfrutar de la puesta de sol desde allí con una rica cena. 

- Día 3: Uquía, Humahuaca y las Serranías del Hornocal 

Adentrándonos por la Quebrada de Humahuaca, se encuentra Uquía, un pequeño pueblo que se puede ver desde la ruta. Vale la pena bajarse del auto y recorrerlo. Dos imprescindibles son: la Iglesia San Francisco de Paula y la gran feria de artesanías. 

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A 130 kilómetros de Jujuy y a 15 de Uquía, se encuentra la segunda parada del día: Humahuaca. Acá se pueden visitar su plaza y caminar sus callecitas empedradas. 

Una de las mejores vistas del lugar se obtiene en el Monumento a los Héroes de Malvinas. Al lado del mismo, está la Torre de Santa Bárbara, y desde allá se pueden ver la Plaza Principal, el Cabildo y la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria. 

Sin embargo, el verdadero protagonista se encuentra a sólo 45 minutos por un camino de ripio: Serranías del Hornocal. Es un accidente geográfico a más de cuatro mil metros de altura, que se caracteriza por ser de 14 colores.

- Día 4: Visitar Iruya en Salta

Quienes se hospeden en Purmamarca, deberán viajar unos 150 kilómetros para cruzar a Salta a conocer Iruya.

Este pequeño pueblo que parece que colgara de la montaña, fue elegido como uno de los 50 más lindos del mundo. Sus callecitas son empedradas y pintorescas, y el ritmo de sus habitantes muy tranquilo. 

Con construcciones coloniales, está rodeada por los ríos Colanzulí y Milmahuasi. La Iglesia Nuestra Señora del Rosario y San Roque llaman la atención en el ingreso del pueblo. 

Esta joya perdida entre los cerros ofrece tranquilidad y paisajes soñados.