La relación del papa Francisco con la religión judía
En Israel, Bergoglio es reconocido como un defensor del judaísmo y un luchador contra el antisemitismo.
22/04/2025 | 14:39Redacción Cadena 3

El papa Francisco dejó una huella importante en el diálogo interreligioso y la política global. El sumo pontífice fue un defensor activo de las decisiones del Concilio Vaticano II, que promovió el acercamiento entre catolicismo y judaísmo.
Uno de los logros más importantes fue la eliminación de la figura del deicidio, que históricamente acusaba a los judíos de la muerte de Jesús. Este cambio, aunque gradual, es un paso importante hacia la reconciliación y el entendimiento entre ambas religiones.
En Israel, Francisco es reconocido como un defensor del judaísmo y un luchador contra el antisemitismo. Su imagen es valorada por rabinos, autoridades políticas y dirigentes sociales, quienes aprecian su esfuerzo por acercar las dos religiones.
Sin embargo, su postura política también generó reacciones mixtas. Francisco denunció los efectos devastadores de las guerras, como el conflicto entre Israel y Palestina, especialmente en Gaza. A pesar de su llamado a la paz, su enfoque provocó incomprensiones en ciertos sectores.
El Papa también mantuvo una postura equidistante en la guerra entre Ucrania y Rusia, lo que despertó críticas por su falta de condena directa. A pesar de esto, se espera una delegación de alto nivel de Israel en su funeral, lo que refleja el respeto que se le tiene.
Los cambios que Francisco impulsó en la Iglesia son significativos, pero su futuro depende del próximo Papa. La mayoría del colegio cardenalicio está alineada con sus reformas, pero la impronta personal del nuevo líder será clave para su continuidad.
Francisco enfrentó serios desafíos como los abusos sexuales en la Iglesia y la resistencia de sectores ultraconservadores. Su lucha contra la curia romana y su esfuerzo por incluir a mujeres en espacios de decisión representan un cambio importante en una institución tradicionalmente masculina.
La historia de la Iglesia se mide en siglos, y aunque los pasos de Francisco parezcan pequeños, pueden ser trascendentales. Su legado quedará en la historia, y el tiempo dirá si sus reformas perduran.