La Caminera no es el enemigo
15/01/2025 | 12:21Redacción Cadena 3
Es asombroso que en pleno siglo XXI aún tengamos que debatir sobre la necesidad de controles de tránsito y normas de seguridad vial. Esta no es una cuestión que se limite a Córdoba; es un tema que trasciende fronteras y se presenta como un desafío global. A nivel internacional, existen regulaciones de seguridad vial que han estado vigentes durante años, muchas de ellas con un enfoque estricto. La incorporación de tecnología en diversas regiones ha sido clave para reducir la siniestralidad en las vías, y es un enfoque que deberíamos considerar seriamente.
La historia de la Policía Caminera en Córdoba es un capítulo relevante en este contexto. En 2008, el gobierno del entonces gobernador Juan Schiaretti decidió reinstaurar esta fuerza en las rutas de la provincia, tras haber sido retirada en 1992 debido a su mala reputación por el cobro de coimas. Desde su regreso, la Caminera ha enfrentado la impopularidad inherente a su función, ya que su labor implica detener a conductores y multarlos en caso de infracciones.
Los datos son elocuentes. Según La Voz del Interior, en 2008, Córdoba registraba 577 muertes en siniestros viales, lo que equivale a dos muertes diarias. Sin embargo, en 2024, esta cifra se reduce a 373, es decir, una muerte diaria. Este descenso indica que las medidas implementadas han tenido un impacto positivo.
Es fundamental no atribuir todo el mérito a la Caminera, aunque su papel ha sido significativo en la disminución de la velocidad y en la reducción de conductores alcoholizados en las rutas. Un factor crucial en esta mejora ha sido la inauguración del tramo completo de la autopista Córdoba-Rosario en 2010, la ruta nacional más transitada de la provincia, ya que este desarrollo ha facilitado un tránsito más seguro y controlado.
/Inicio Código Embebido/
Mirá también
/Fin Código Embebido/
Las fotomultas representan otro aspecto a considerar en este debate. En numerosas ciudades del mundo, su implementación ha demostrado ser efectiva. La conciencia de que las infracciones pueden resultar costosas motiva a los conductores a respetar los límites de velocidad, lo que indudablemente contribuye a salvar vidas. La cultura de respeto hacia las normas de tránsito es esencial y se manifiesta en diversas partes del mundo, algo que deberíamos aspirar a replicar en nuestra sociedad.
No es mi intención centrarme en los escándalos recientes relacionados con la Caminera ni en las actitudes de ciertos funcionarios que intentan eludir los controles. En cambio, es vital reconocer que la presencia de la Caminera fomenta el cumplimiento de las reglas que, de otro modo, muchos transitarían sin consideración. La simple conciencia de que existen controles lleva a la mayoría de los conductores a disminuir la velocidad, un comportamiento que se observa en todo el mundo.
Actualmente, la Caminera enfrenta una tormenta mediática, impulsada por la difusión de videos en redes sociales que critican su accionar. Este fenómeno se intensifica con el caso de los matafuegos en Calamuchita. Aquí se evidencia un problema de comunicación y de acción política por parte del Gobierno de Córdoba, que debe aclarar la necesidad de la Caminera en la provincia. Sin embargo, esto no deslegitima la importancia de contar con controles y multas para quienes transgreden las normas.




