Protagonista del debate desde el regreso a la democracia

Durante la dictadura debió exiliarse en España, donde abrazó el periodismo. Regresó al país en plena primavera democrática de Alfonsín. Una primavera que aún necesitaba ahuyentar los fantasmas del pasado.

Su cobertura del juicio a las juntas militares ganó amplio espacio en las páginas del newsmagazine español Cambio 16 y del diario brasileño O Globo. Invitada frecuente en los programas políticos de la televisión, sus reflexiones sobre la incipiente democratización argentina y la transición política en España predicaban los valores del pluralismo y del estado de derecho.

Fue columnista en el diario Clarín, conductora en Canal 7 y en Todo Noticias, y documentalista sobre la realidad política nacional.

Morandini afirma que nuestro periodismo transita un momento signado por la banalidad y lo superficial, “Hablamos de dinero, cifras y personas, no de temas, ideas y valores”, diferencia.

“No estamos indagando profundamente lo complejo de la sociedad”, lamenta. En 2005 desembarcó en la política, como candidata independiente en el Frente Cívico de Luis Juez. Fue diputada nacional por Córdoba hasta 2009 y senadora nacional, siempre por su provincia natal y la misma fuerza política, entre 2009 y 20015.

Desde su compromiso con la “democracia republicana”, sostiene que las próximas elecciones serán “dramáticas”, porque la ciudadanía deberá optar “entre la democracia y el autoritarismo”.

Critica con dureza que el kirchnerismo proponga una nueva Constitución. “Quieren fundar otro régimen”, afirma.

Desde 2015 se desempeña como directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado. Recuerda siempre con emoción a sus dos hermanos desaparecidos durante la dictadura y la lucha que libró su madre junto a otros familiares de víctimas de la represión ilegal.

Confiesa sentir “tristeza” por la presencia de pañuelos blancos en las audiencias del juicio por corrupción a Cristina Fernández de Kirchner.

Deplora también la carta exculpatoria que Hebe de Bonafini le envió al general César Milani con motivo del juicio que se le sigue delitos de lesa humanidad durante el gobierno militar.

Aunque admite que no la sorprende el gesto porque –sostiene— la titular de Madres de Plaza de Mayo “siempre tuvo rasgos autoritarios”.

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