Oreste Berta recibió una distinción por su prolífica trayectoria

Oreste Berta, el reconocido preparador de automóviles de carrera, recibió un homenaje en Alta Gracia donde está su empresa de fabricación y preparación de motores de competición.

Berta manifestó estar halagado por la distinción que otorgó la Cámara de Ingenieros de la Provincia de Córdoba y la Municipalidad de Alta Gracia.

“Todo el mundo sabe que no soy ingeniero porque no pude terminar la carrera, pero he trabajado toda mi vida para ser un buen ingeniero y recibir un halago de ese tipo es muy importante”, destacó Berta.

“La inclinación por trabajar en los motores nace de muy chico”, recordó Berta en diálogo con Cadena 3 y agregó que cuando tenía 12 años presentó en carrera la primera moto con el motor que hizo con piezas fabricadas por él en el garaje de su casa.

Oriundo de la ciudad de Rafaela, Santa Fe, empezó su carrera de ingeniería en la Universidad de Rosario. Se mudó a Córdoba a causa de la Revolución del '55 pero abandonó la carrera.

Luego de dejar los estudios se mudó San Francisco para trabajar con el abuelo hasta que le surgió una oportunidad de emplearse en Estados Unidos.

“Estuve durante dos años trabajando cerca de Detroit, en la fábrica Jeep y volví cuando recibí una oferta de IKA para hacerme cargo de una parte de la factoría”, recordó Oreste.

Ya en IKA, y saldadas unas diferencias con la gerencia de la fábrica, Berta pudo desarrollar a gusto toda su capacidad inventiva.

“Mi carrera dentro de IKA fue muy buena con una cantidad de permisos que no tenía ningún otro, para hacer cuanto invento se me ocurría. Fue una parte importante de mi vida”, agradeció.

“A pedido de un cliente que tenía mi padre hice el primer auto de carreras, un Renault Gordini que iba más rápido que los coches oficiales y nos causó una serie de problemas y terminé como director de competición de la empresa”, resaltó Berta.

Dentro de Ika, Berta tuvo una gran responsabilidad en el desarrollo del Torino, una de los logros más significativos de la industria automotriz argentina.

En 1969, Berta integró el equipo argentino que compitió en las 84 horas de Nürburgring. Con Fangio como director y Berta como técnico a cargo, los Torinos fueron los coches que más vueltas dieron al trazado despertando la sorpresa de los europeos.

Sin embargo, los autos argentinos perdieron su lugar en el podio por una serie de restricciones impuestas a última hora.

"El Mago" instaló su empresa en la ciudad de Alta Gracia y desde allí diseña y produce motores de competición de primera calidad. Además, en este momento, se encuentra trabajando en el diseño de un motor de avión.

“En realidad he tenido suerte toda mi vida”, finalizó Berta.

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