Los cuidados que tomaron en Costa Rica para volver al fútbol
El país centroamericano tiene una baja tasa de contagios de Covid-19, con poco más de 950 infectados y 10 muertos. El cordobés ex Talleres Pablo Azcurra relató a Cadena 3 cómo vivieron el regreso.
26/05/2020 | 19:19Redacción Cadena 3
El futbolista cordobés Pablo Azcurra vive en carne propia la esperada vuelta a las canchas en Costa Rica luego del freno del fútbol por la pandemia de coronavirus.
El país centroamericano se destaca por tener sólo 956 contagiados de Covid-19 y 10 fallecidos, con un temprano cierre de fronteras.
El presidente Carlos Alvarado fue quien anunció el regreso de la Primera División costarricense hace una semana como una ayuda y distracción “por la salud mental”, entre otras razones.
El mediocampista Azcurra, que pasó por Talleres en 2007 y 2009, milita en el Municipal Pérez Zeledón, un equipo “intermedio” con el que logró el campeonato cuando llegó en 2017.
Si el jugador andaba por cualquier lado y no seguía las recomendaciones no íbamos a iniciar
En conversación con Cadena 3, explicó que pese a que no hubo un aislamiento social para toda la sociedad en el país, los futbolistas tuvieron que hacer una suerte de “cuarentena” para poder retomar el torneo. "Si el jugador andaba por cualquier lado y no seguía las recomendaciones no íbamos a iniciar”, apuntó.
Azcurra reveló que en los entrenamientos les toman la temperatura y un médico les pregunta por síntomas. También son controlados de manera estricta cuando llegan a los estadios. Incluso los botines son rociados con desinfectante y los suplentes deben usar tapabocas, mientras que los periodistas después del partido pueden hacer preguntas a una distancia prudencial.
“No nos hacen test porque son caros, creo que costaban unos 300 dólares cada uno”, agregó.
Los clubes ofrecieron "estar" en la cancha con su imagen a los hinchas.
El deportista de 34 años oriundo de la localidad de Las Tapias contó que en Costa Rica se da “un poco como Boca y River” porque hay dos equipos grandes: Saprissa y Alajuelense. Él juega en uno de una ciudad de unos 30 mil habitantes, donde muchos son simpatizantes que a su vez alientan a uno de los otros dos equipos.
Y valoró la experiencia de vivir en el país caribeño: “Es pura vida, como dicen acá. Están tocados por la varita, no hay ejército, no tuvieron revoluciones. Tiene paisajes increíbles, montañas, ríos, playas, la gente vive a dos por hora. Es un paraíso. Hace tres años estoy acá y cada día me gusta más. La gente es buena onda, te ayuda. A los argentinos nos quieren. Demostraron que están bien organizados en salud”.
Ante la suspensión generalizada del fútbol en el mundo, el regreso en Costa Rica generó ingresos por televisación millonarios y llegó a unos 60 países.
Entrevista de Tiempo de Juego.




