Por qué se celebra hoy el Día del Vino argentino

Por Yeny Ortega Benavides.

Pocas cosas tan argentinas como el vino. No solamente engalana la mesa, sino que ha sido motivo de poemas, canciones y obras de arte. Cada 24 de noviembre las copas se llenan y se levantan en su honor.

Y es que, justamente, un 24 de noviembre, Argentina declaró al vino como Bebida Nacional, en 2010 por decreto presidencial y luego, en 2013 por una ley aprobada por unanimidad en el Congreso.

Desde entonces, cada año, el país conmemora el valor cultural, el arraigo con la tierra y el papel fundamental que tienen en la identidad de los argentinos el vino y la vitivinicultura.

En cada rincón del país hay festejos y eventos que se extienden, en la mayoría de los casos, hasta los primeros días de diciembre.

Argentina es el país vitivinícola más importante de Sudamérica. De Jujuy a la Patagonia, hay más de 230.000 hectáreas cultivadas con vid.

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La Malbec es la cepa más representativa del país,  ya que encabeza la cantidad de hectáreas plantadas con esa variedad: más de 43 mil. Si bien la Torrontés es la única uva nativa, la Malbec se distribuyó en todas las regiones obteniendo excelentes resultados.

A cifras del 2019, Argentina exportaba vino a 127 países, siendo Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Brasil y Países Bajos los mayores importadores. 

La industria vitivinícola genera más de 106.000 puestos de trabajo de manera directa y 280.000 de forma indirecta. Son más de 17.000 los productores que cosechan las uvas para las más de 900 bodegas que abastecen el mercado interno como externo.

Argentina es uno de los 10 países más destacados a nivel mundial en materia vitivinícola. No sólo fue el primer país del mundo que declaró al vino como su Bebida Nacional, sino que es el único que lo incluyó como un alimento en el Código Alimentario del Anmat.

Sea cual sea la cepa favorita, hoy las copas se llenan y, por una vez en el año, el homenajeado y homenaje se fusionan en el brindis.

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