Presupuesto 2026: el oficialismo logró quórum y comenzó una sesión maratónica

Con el respaldo del PRO, sectores de la UCR y legisladores alineados con gobernadores, el oficialismo consiguió este martes el quórum en la Cámara de Diputados y dio inicio al debate del Presupuesto 2026. No fue el único avance: en una primera señal de fortaleza política, La Libertad Avanza logró imponer que la votación se realice por capítulos completos y no por artículos individuales, como pretendía la oposición. La discusión promete extenderse por más de 15 horas y marcará el debut del Gobierno como primera minoría con capacidad de conducción en el recinto.

El clima quedó expuesto desde temprano, durante la primera reunión de Labor Parlamentaria con la nueva composición de la Cámara. Mientras los representantes libertarios ingresaban confiados y con gestos de optimismo, los bloques opositores se movían con cautela. “Vamos a ver cómo se dan las cosas”, fue la frase más repetida en los pasillos. El cambio de escenario es evidente: ya no se discute si el oficialismo puede sentar a los diputados necesarios para abrir la sesión, sino hasta dónde alcanza su margen para imponer resultados en las votaciones.

En la previa, fuentes parlamentarias estimaban que el Gobierno cuenta con un piso de 135 votos para avanzar con la media sanción de los tres proyectos clave del temario: el Presupuesto 2026, la Ley de Inocencia Fiscal y la Ley de Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria. Ese número, de confirmarse, consolidaría un giro en la dinámica legislativa de los últimos meses.

Desde el oficialismo anticipan una sesión extensa, incluso en el escenario más favorable. “Esta va a ser la primera vez que vamos a tener control sobre las cuestiones de privilegio, lo que también ayudará a manejar los tiempos”, explicó una fuente del bloque de La Libertad Avanza, en referencia a una de las herramientas habituales de la oposición para dilatar los debates.

El principal foco de conflicto aparecerá cuando se abra la votación en particular de los proyectos. El Presupuesto obtuvo dictamen de mayoría, pero con numerosas firmas en disidencia, lo que refleja los reparos que aún subsisten en varios bloques. El punto más sensible es el artículo 75, que deroga la Ley de Financiamiento Universitario y la Ley de Emergencia en Discapacidad, dos normas sancionadas por el Congreso hace apenas meses con apoyo de sectores que hoy colaboran con el Gobierno.

Para sortear ese escollo, el oficialismo impulsó la votación por capítulos en la instancia particular, una modalidad que impide rechazar un artículo sin rechazar la totalidad del capítulo. La decisión fue duramente cuestionada por la oposición. La diputada de izquierda Myriam Bregman apuntó contra legisladores que responden a gobernadores cercanos a la Casa Rosada —especialmente de Tucumán, Misiones, Catamarca y Salta— y sostuvo que la estrategia busca “ocultar a los Kueider”, en alusión a negociaciones políticas que no se exhiben en el recinto.

Pese a las críticas, en el oficialismo se muestran seguros. “Tenemos los votos para aprobar en general y en particular, sosteniendo el artículo 75”, aseguró una alta fuente del bloque libertario antes de la reunión de Labor Parlamentaria.

Otro eje de tensión se abrió a partir de cambios introducidos a último momento en el proyecto presupuestario. Mientras el Banco Central anunciaba un esquema de ajuste del tipo de cambio atado a la inflación, el oficialismo eliminó del texto la actualización automática de la Asignación Universal por Hijo y otras asignaciones mediante un mecanismo de indexación similar. La oposición denunció falta de explicaciones y un trámite acelerado. “Pasaron los cambios a los bloques pocas horas antes de dictaminar. Están en una posición de fuerza que va desde repartirse lugares en comisiones que no les corresponden hasta no explicar el proyecto que quieren aprobar”, cuestionó un diputado peronista.

En contraste, la Ley de Inocencia Fiscal aparece como el proyecto con menor resistencia. El Gobierno busca simplificar el sistema tributario y promover el uso de dólares no declarados, y cuenta para ello con el apoyo explícito del PRO, la UCR y gobernadores aliados, lo que garantiza una media sanción sin sobresaltos.

El cierre del temario estará marcado por el debate de la Ley de Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria, que prohíbe el déficit fiscal y la emisión monetaria sin respaldo, y condiciona la iniciativa legislativa futura a esos principios. Desde la oposición advierten que la norma vulnera la libertad de los legisladores. “Ahora habría que preguntarle al Ejecutivo si se puede mover una partida. Si dicen que no, no se puede tratar un proyecto. Es una locura”, resumió un diputado peronista.

Aun así, en el oficialismo confían en repetir el resultado favorable. La sesión recién comienza, pero el Gobierno apuesta a convertir este debate en una demostración de fuerza parlamentaria.

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