Escándalo en los comedores: el 87% de inscripciones fueron duplicadas o inexistentes
Un informe de Miguel Blanco, titular de la SIGEN, reveló irregularidades en los comedores: 54 mil inscripciones, de las cuales el 87% eran duplicadas y 38 mil nunca fueron auditadas.
05/07/2025 | 10:29Redacción Cadena 3
El titular de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), Miguel Carlos Blanco, dio a conocer que las auditorías sobre los registros de comedores y merenderos del antiguo Ministerio de Desarrollo Social (actualmente Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia) pusieron de manifiesto una serie de irregularidades preocupantes. "De un total de 54.613 inscripciones, el 87% eran duplicadas, y apenas el 3% fueron validadas mediante visitas físicas. Esto significa que más de 38.000 comedores no fueron inspeccionados en absoluto", advirtió durante una entrevista con Radio Rivadavia.
Blanco detalló que esta auditoría constituyó una primera fase de control enfocada en el sistema RENACOM, la plataforma digital que registraba los comedores: "Muchos de los formularios presentaban datos incompletos, con direcciones erróneas o campos vacíos. El sistema permitía inconsistencias sin validación, lo que indicaba una mala estructura en la base de datos". A través de una muestra aleatoria, se identificaron espacios registrados que no existían o que no cumplían con las características declaradas.
Al ser consultado sobre si esos lugares recibieron fondos durante ese período, Blanco respondió: "Aún no se ha auditado la parte física ni la financiera. Esto corresponde a una segunda fase de auditoría. Sin embargo, es claro que no se estaba controlando cómo se giraban los fondos ni el uso que se les daba”. Agregó con firmeza: “La falta de control es un terreno propicio para la corrupción, algo que se observa en todas las instituciones que estamos auditando".
Asimismo, Blanco destacó un patrón que se observó en la gestión anterior: "Falta de rendición de cuentas y de evaluación del impacto de los programas. Todo se centraba en anuncios políticos, sin considerar si los objetivos se estaban cumpliendo o no".
La auditoría se extendió durante más de un año a raíz de los constantes cambios en la dirección del área. "Desde diciembre de 2023 solicitamos la información, pero no fue sino hasta ahora que logramos acceder a datos esenciales. Hubo tres titulares en este lapso, lo que ocasionó un retraso significativo", comentó.
Sobre la UBA: “La única universidad nacional que judicializó para evitar ser auditada”
Blanco también se pronunció sobre el conflicto con la Universidad de Buenos Aires (UBA), que se niega a ser auditada por la SIGEN y ha llevado el asunto a la justicia argumentando que posee autonomía. "La autonomía universitaria no significa librarse de la obligación de rendir cuentas. Las universidades nacionales manejan fondos públicos, por lo que requieren ser auditadas. Hasta 2022, la SIGEN realizaba auditorías sin problemas. Fue solamente a raíz de un dictamen posterior que eso cambió", aclaró.
Actualmente, la SIGEN mantiene un litigio legal con la UBA, aunque Blanco subrayó que otras universidades están colaborando. "Ya hemos firmado convenios con varias instituciones del país y hemos comenzado con las auditorías. La Universidad de La Matanza, la del Nordeste, entre otras, están siendo auditadas de manera normal. La única que ha rechazado esta auditoría es la UBA", afirmó.
Asimismo, comunicó que la UBA ha comenzado recientemente a ingresar datos en el sistema CINTRARED -registro de la Secretaría de Educación para la rendición de fondos-, lo cual considera un paso hacia la normalización.
“Argentina necesita regresar a una lógica básica de administración: saber quién recibe fondos públicos, para qué y con qué resultados. No es persecución, es sentido común”, concluyó.