Argentina enfrenta un declive político persistente a pesar de algunos logros
Si bien el gobierno logró frenar la inflación y eliminar el déficit fiscal, estas acciones no son suficientes frente a problemas graves como la inseguridad y la falta de diálogo en el Congreso.
06/07/2025 | 08:39Redacción Cadena 3
La política argentina continúa mostrando signos de un marcado declive intelectual. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner observa con preocupación cómo la asistencia a su balcón se vuelve escasa y, en un intento de mantener la atención, realiza declaraciones irresponsables que la posicionan más como una detenida por corrupción que como una líder revolucionaria. Recientemente afirmó que en el país existe "terrorismo de baja intensidad", una frase totalmente insensata y propia de alguien que busca llamar la atención.
Argentina posee una curiosidad: en algunas ocasiones, surgen mejoras en ciertos indicadores y es en esos momentos cuando los políticos se sienten exitosos. El gobierno logró frenar la inflación y eliminar el déficit fiscal, dos hechos relevantes, pero que resultan insuficientes ante la magnitud de los problemas que enfrenta el país.
La realidad es que Argentina sigue enfrentando múltiples desastres en diversos ámbitos. Tres ejemplos representan esto: el servicio de gas en muchas localidades es deficiente, el estado de las rutas provoca accidentes fatales y hay ciudadanos que pierden la vida por consumir medicamentos con fentanilo producidos por el laboratorio HLB Pharma, que mantiene conexiones preocupantes con Lázaro Báez, conocido por ser un testaferro de la familia Kirchner. En situaciones como estas, ninguna nación puede contentarse con sus avances. Resulta sorprendente que estos temas no sean objeto de discusión pública.
Al reflexionar sobre la falta de acción del Congreso, queda claro que la Cámara de Diputados, especialmente en los bloques de La Libertad Avanza y del kirchnerismo, opera como un circo donde sus miembros gritan y pelean sin que el público entienda realmente los motivos de sus disputas.
La situación de la Cámara de Diputados es, a todas luces, vergonzosa. Y la situación con la izquierda no es mejor. Esta semana tomó juramento un diputado llamado Juan Carlos Giordano, quien lo hizo en nombre de los treinta mil desaparecidos, la patria socialista y en apoyo al pueblo palestino contra el estado sionista de Israel. Esta actitud, que parece más una provocación que una declaración política, evidencia la falta de formalidad y normas en la Cámara, que en teoría debería sancionar comportamientos como este.
Mientras tanto, el Presidente se ocupa de insultar y demandar a periodistas por razones que sólo él comprende, además de llevar a cabo actividades como la clausura de un congreso de evangelistas en Chaco.
Argentina se ha convertido en un gran circo político donde los ciudadanos quedan excluidos, viviendo en un país cada vez más caro, donde la economía no ofrece soluciones a la población. Las inversiones escasean porque éstas buscan, ante todo, estabilidad económica y garantías jurídicas y políticas.
Con las elecciones de medio término a la vista, es crucial que los partidos tomen conciencia de la necesidad de elegir candidatos con una calidad intelectual adecuada. No se requiere un cambio radical, con seleccionar personas competentes sería suficiente. Además, la administración debería enfocarse en los verdaderos problemas que aquejan a la sociedad. La herencia que este gobierno recibió era desafiante, sin embargo, ya ha pasado un tiempo desde el inicio de la gestión de Javier Milei y es el momento para abordar los temas que realmente impactan en la vida diaria de la población.
Para que esto ocurra, será vital contar con personas capacitadas en las listas electorales y que los partidos actúen en nombre de los ciudadanos. Se trata de un proceso legislativo, no ejecutivo. Un punto crucial es evitar alianzas innecesarias. El acuerdo que fue anunciado entre el PRO y el oficialismo en la provincia de Buenos Aires parece más un convenio entre élites que una respuesta a las demandas ciudadanas.
Si el PRO se alía con La Libertad Avanza bajo sus colores, se arriesga a desaparecer en el proceso. Esta disyuntiva parece atender más a intereses políticos que a la necesidad de representación genuina de la población. En las elecciones legislativas, es imperativo que los partidos se alineen con los ciudadanos y que las negociaciones con el oficialismo se realicen en el Congreso, evitando caer en la tentación de seguir las encuestas sin una propuesta clara.
[Fuente: Noticias Argentinas]