"El instinto maternal dejó de funcionar", dijo la fiscal
La Cámara Cuarta del Crimen hizo lugar al pedido de Laura Battistelli de castigar con perpetua a Maribel Barrera (20) y Marco Soria (34), por la muerte del hijo de 2 años de la mujer.
06/12/2013 | 08:31Redacción Cadena 3
Una pareja fue condenada a prisión perpetua por la muerte del hijo de la mujer de sólo dos años de edad, víctima del continuo maltrato del padrastro y complicidad silenciosa de la madre.
El tribunal de la Cámara Cuarta del Crimen, presidida por el doctor José Achával, y los miembros del jurado popular resolvió en forma unánime la pena impuesta a Maribel Alejandra Barrera, de 20 años, y Marco Roberto Soria, de 34, hallados responsables del delito de “homicidio calificado por el vínculo”.
La dura pena había sido reclamada por la fiscal Laura Battistelli, que en diálogo con Cadena 3 hizo hincapié en la "omisión de la mamá para parar la golpiza".
"Tuvo a su hijo horas y horas vomitando sin llevarla al médico", señaló la fiscal.
Battistelli lamentó la muerte de menores en "manos de quienes debieran defenderlos y protegerlos".
"Que golpeen a cintazos y en el estómago a un niño, significa que la violencia llegó a la última compuerta", dijo la fiscal.
"La mamá debió parar los golpes y los debió parar oportunamente".
"Esto nos cuestiona que el instinto maternal ha dejado de funcionar
por la elección de la mujer de conservar al hombre", destacó la fiscal Battistelli.
La fiscal consideró que hay personas que se creen "propietarias de sus hijos, propietarias de someterlo al arbitrio de quien sea y diciendo que lo hacen en nombre del amor a un hombre que no quieren perder".
Los hechos ventilados en la Cámara Cuarta del Crimen ocurrieron en octubre de 2011, en una vivienda de barrio Remedios de Escalada, en la zona norte de la ciudad de Córdoba.
De acuerdo a lo que se conoció en el debate, Barrera y Soria convivían desde hacía poco más de un año, aunque se conocían de un tiempo anterior.
Durante la relación se produjeron algunos episodios de violencia doméstica, en los que los hijos de Barrera fueron víctimas hasta el día del trágico hecho.
Por ejemplo, la víctima sufrió castigos reiterados, al punto que se fracturó una pierna y no se le dio la asistencia adecuada. El padrastro se burlaba del niño y le decía "maricón" porque lloraba a raíz de la lesión que ellos mismos le habrían provocado.
El día del trágico desenlace, según la acusación, Soria, en presencia de la madre de la víctima, lo golpeó en el tórax y cuello con un cinturón de cuero con tachas metálicas, para después darle un fuerte golpe, presuntamente en el abdomen, todo lo cual le provocó la muerte por hemorragias internas y heridas en órganos vitales.
Según el informe forense, los golpes con el cinto fue de tal magnitud que le quedaron dos bandas marcadas en el pequeño abdomen del niño de 2 años.
Esto le habría provocado una hemorragia intestinal que derivó en una peritonitis. Vomitó toda la noche y no atinaron a hacer nada, porque lo consideraron normal.
Varias horas después, y con el último hilo de vida, Barrera acudió con el bebé a un nosocomio, donde constataron su deceso. La única testigo presencial habría sido la hermanita de la víctima, de por entonces 4 años de edad.
