Un broche para dos nudos
Por Carlos Marcó.
05/07/2022 | 09:20Redacción Cadena 3
Desde un comienzo, la investigación policial-judicial fue desprolija y errática.
Situaciones inauditas se fueron encadenando para que la verdad quedara oculta por siempre.
Por el lugar del crimen, antes de la llegada de los forenses, ya habían pasado más de 15 personas, entre vecinos, familiares y guardias de seguridad.
Un perito pudoroso cambió la escena del crimen al tapar con la sábana los genitales de la víctima ante la llegada del cura.
El personal doméstico limpió los pisos de la casa y borró las eventuales huellas de barro que pudieran haber existido.
Las cámaras de vigilancia del Villa Golf Club no estaban funcionando aquella noche.
Operadores en las sombras ejercieron influencias para confundir, entorpecer y manipular las investigaciones.
Los exámenes genéticos demoraron años y no llegaron a certezas conducentes para la resolución del caso.
Así, la causa judicial malnacida fue creciendo en fojas, pasó por las manos de cinco fiscales y sólo terminará contribuyendo al descreimiento.
A Nora Dalmasso la mataron ahorcándola manualmente y con dos nudos de su bata de baño.
El juicio es el broche de silencio a tanta desprolijidad malintencionada.





