Trump habló para la interna y ligó la Argentina
20/10/2025 | 10:49Redacción Cadena 3
Las declaraciones de Donald Trump sobre Argentina generaron revuelo y debemos analizarlas en su contexto para entender su verdadero alcance. En un intercambio con una periodista, Trump abordó la relación comercial con nuestro país, en particular la posibilidad de importar más carne vacuna argentina.
Sus palabras, a primera vista, pueden parecer una mezcla de apoyo y condescendencia: destacó que Argentina “está luchando por su vida”, que no tiene dinero y que el presidente Javier Milei “está haciendo todo lo que puede”. Pero, lejos de ser un mensaje dirigido a nosotros, Trump hablaba para su público interno, específicamente a los agricultores estadounidenses preocupados por la competencia extranjera.
El expresidente respondió a una pregunta concreta: ¿Qué les diría a los productores estadounidenses que sienten que un acuerdo con Argentina los perjudica? Su respuesta fue clara: no se trata de beneficiar a Argentina, sino de ayudarla en un momento crítico, mientras Estados Unidos podría obtener ventajas, como bajar los precios internos de la carne.
Este enfoque responde a la lógica de su política interna, donde debe equilibrar los intereses de sus votantes, especialmente los del sector agropecuario, que han enfrentado dificultades por guerras arancelarias con países como China.
El contexto comercial es clave. Argentina actualmente exporta a Estados Unidos 20.000 toneladas de carne vacuna sin aranceles, y cualquier volumen adicional enfrenta un arancel del 10%, más bajo que el de otros países. El gobierno de Milei busca ampliar esa cuota a 70.000 toneladas, lo que sería un impulso significativo para nuestra economía.
Sin embargo, estas negociaciones no son unidireccionales. Estados Unidos presiona por temas como el respeto a patentes medicinales, un reclamo histórico, y hay otros puntos en discusión: petróleo refinado, gas natural licuado, maquinaria y piezas para aviones. Aunque Argentina, con Vaca Muerta, tiene menos necesidad de importar gas, estas conversaciones reflejan un toma y daca donde ambas partes buscan beneficios.
Las palabras de Trump, entonces, no son un cheque en blanco para Argentina, ni un gesto de caridad. Son parte de una estrategia para calmar a su base, mostrando que cualquier acuerdo será medido y favorable para Estados Unidos.
Para los argentinos, el mensaje es claro: Milei está logrando abrir puertas en el escenario internacional, pero el camino implica negociaciones complejas donde cada concesión tiene un costo. Si se concreta un aumento en la cuota de carne sin aranceles, sería una victoria para nuestro país, pero dependerá de cómo se equilibren los intereses en juego.
La política internacional no es un acto de generosidad, sino una partida de ajedrez. Argentina, en su lucha por sobrevivir, como el propio Trump señaló, debe jugar sus piezas con astucia.





