Toda la carne en el asador no puede con el dólar
22/10/2025 | 10:55Redacción Cadena 3
El Gobierno puso toda la carne en el asador. Ayer, Estados Unidos confirmó la llegada del swap por 20.000 millones de dólares al Banco Central, destinado a "estabilizar" la economía.
Paralelamente, se arma un crédito adicional por otros 20.000 millones de dólares con bancos privados y aportes de organismos internacionales, una línea de reaseguro tipo repo, disponible para usar o no. Máximos ejecutivos de las principales casas financieras mundiales desembarcan en el país: Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, llega para liderar el canje de bonos del gobierno argentino por títulos a menor tasa.
El Banco Central intervino ayer vendiendo 45 millones de dólares, mientras el Tesoro de Estados Unidos compraba pesos. Sin embargo, nada calma la voraz demanda de dólares de los argentinos. El dólar cerró en 1.515 pesos en el Banco Nación; todos los tipos superan los 1.500, salvo el mayorista en 1.491 y el de exportadores/importadores –donde interviene el gobierno– en 1.480, a un paso de la banda que obliga a más ventas.
Los depósitos bancarios en dólares alcanzan un récord de 35.000 millones, señal de confianza en el sistema: de cada 10 plazos fijos, 3 son en dólares. Esto roza la dolarización endógena: los pesos salen de circulación. Pero sin dólares como moneda cotidiana, terminan atesorados en colchones, dejando las calles sin un mango. En los últimos 15 días, los argentinos cambiaron 8 billones de pesos por dólares.
¿Por qué tanta demanda? La incertidumbre electoral. Todos repiten que el lunes post-elecciones el dólar salta a 1.700 o 1.800. Sin embargo, los contratos futuros para diciembre pactan un valor implícito de 1.609 pesos. No es tanto: el mercado real, entre compradores y vendedores dispuestos, apunta ahí.
El Gobierno, optimista, cree que post-elecciones el dólar bajará.
Este panorama, crudo y sin adornos, refleja una economía al límite: recursos globales masivos inyectados, intervenciones diarias, pero una demanda insaciable que no cede. Las elecciones serán el termómetro.





