El embajador Lamelas empezó escupiendo para arriba
24/07/2025 | 11:44Redacción Cadena 3
La designación de Peter Lamelas como embajador de Estados Unidos en Argentina, anunciada por Donald Trump, aún no fue oficializada por el Gobierno argentino, pero ya desató una tormenta política que podría inscribirse en los manuales de lo que no debe hacer un diplomático.
Durante su audiencia ante el Senado estadounidense, Lamelas ofreció una verdadera clase magistral de antidiplomacia, logrando unificar en su contra a gran parte del arco político argentino, desde Cristina Fernández de Kirchner hasta gobernadores de diversas provincias, e incluso generando un comunicado de repudio de la Embajada de China. Todo un récord para alguien que aún no piso suelo argentino en calidad de embajador.
Lamelas, un médico emergentólogo de origen cubano, millonario y ferviente anticomunista, no escatimó en declaraciones explosivas. Entre ellas, afirmó que una de sus prioridades sería "asegurar que Cristina Kirchner reciba la justicia que merece", refiriéndose a casos en los que la expresidenta no fue condenada.
Estas acusaciones, sin pruebas ni cargos formales, no solo son un atrevimiento, sino una injerencia directa en los asuntos judiciales de un país soberano. ¿Desde cuándo un embajador se arroga el derecho de intervenir en el sistema judicial de otra nación? La Justicia argentina, con sus luces y sombras, funciona bajo sus propias reglas, y no corresponde a un extranjero, por más designado que esté, dictar sentencias.
Pero Lamelas no se detuvo ahí. Con una osadía que raya en la provocación, expresó su intención de "colaborar para que Javier Milei gane las próximas elecciones". Esta declaración es un misil directo a la neutralidad que se espera de un diplomático.
Las embajadas, si bien suelen defender intereses geopolíticos de sus países, operan con un mínimo de sutileza. Decir abiertamente que se trabajará para consolidar el poder de un presidente en funciones es un error garrafal, más aún en un contexto político polarizado como el argentino. Si su objetivo era fortalecer a Milei, Lamelas logró exactamente lo contrario: sus palabras alimentan la narrativa de la oposición, que ya evoca el histórico "Braden o Perón" para pintar a Milei como un títere de intereses extranjeros.
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Rechazo unánime en el Congreso. Gobernadores y legisladores se pronunciaron en contra de Peter Lamelas, el embajador de Trump
La oposición se expresó en contra del funcionario estadounidense, que afirmó que uno de sus objetivos es que los gobernadores "no acuerden" con China
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Por si fuera poco, el embajador designado también prometió recorrer las provincias argentinas para "alejarlas de la influencia maligna de China" y prevenir negocios corruptos con el gigante asiático. Este comentario no solo desató la furia de gobernadores como Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego), quienes acusaron a Lamelas de violar la soberanía nacional, sino que también provocó una respuesta contundente de la Embajada china, que lo tildó de tener una "mentalidad de Guerra Fría" y un "prejuicio ideológico".
Que un país como China, con su propio historial de cuestionamientos democráticos, lo acuse de antidemocrático, es casi un giro irónico, pero no menos significativo.
Cristina Kirchner, con su habitual acidez, no dejó pasar la oportunidad: "Siempre supimos que Milei necesitaba algún tipo de supervisión profesional, pero no de este tipo". Su comentario, más allá de la ironía, refleja el sentimiento de indignación que recorrió el país.
Los gobernadores, por su parte, fueron categóricos. Kicillof afirmó que las palabras de Lamelas "evocan los peores momentos de injerencia estadounidense en la región".
El Congreso argentino, en tanto, presentó un proyecto para rechazar las declaraciones de Lamelas como una "interferencia inaceptable" y pidió a Milei que no le otorgue el placet diplomático.
Lamelas, un hombre que encarna el "sueño americano" tras huir de Cuba y amasar una fortuna con su empresa de emergencias clínicas en Florida, parece no comprender la complejidad de la política argentina. Su perfil, marcado por su amistad con Trump y su contribución a campañas republicanas, lo convierte en un embajador típico del sistema estadounidense, donde los aportantes políticos suelen ser recompensados con cargos diplomáticos.
Sin embargo, su interés particular en las patentes farmacéuticas –un tema históricamente conflictivo entre Argentina y Estados Unidos debido a la legislación local– levanta sospechas sobre los verdaderos motivos detrás de su designación. ¿Es Lamelas un defensor de los intereses de Trump y Milei, o un representante de sectores empresariales estadounidenses que buscan presionar a Argentina en materia de propiedad intelectual?
Lo cierto es que, con sus declaraciones, Lamelas logró unificar a un país profundamente dividido en su rechazo a la injerencia extranjera. Si su intención era fortalecer la alianza entre Trump y Milei, inició con el pie izquierdo.
En lugar de votos para el presidente argentino, sus palabras podrían costarle apoyo político, al alimentar la percepción de que el gobierno de La Libertad Avanza está subordinado a intereses foráneos.
El Congreso ya pidió a Milei que rechace su nominación. Lamelas escupió para arriba y dio una lección inolvidable, no de diplomacia, sino de cómo alienar a toda una nación en una sola audiencia.
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Conflicto abierto. Quintela, CFK y Kicillof criticaron al futuro embajador de EE.UU. en Argentina
Tras los polémicos dichos de Peter Lamelas, el riojano dijo en X que "en ningún lugar del suelo argentino permitiremos que un extranjero pretenda decidir por nuestro futuro y el de nuestros recursos".
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