La era dorada del fútbol del interior

Raúl Monti

El fútbol del interior del país está viviendo, desde hace algunos años, una nueva era dorada. En medio de la histórica hegemonía porteña, el ojo del deporte rey empieza a mirar un poco más allá de la General Paz para abrirle paso a los grandes de tierra adentro que están haciendo ruido de nuevo.

Para empezar a entenderlo, se podría retroceder algo más de una década. Un 26 de junio de 2011, Belgrano, contra todos los pronósticos, escribió una página que parecía que nunca se iba a escribir al ascender a Primera mandando al poderoso River a la B Nacional por primera vez en su rica historia.

Ese día, el mundo entero habló del “Pirata” cordobés, que seguiría su exitoso camino en los años siguientes. De la mano del “Ruso” Zielinski, peleó torneos en la máxima categoría y clasificó tres veces a la Copa Sudamericana.

Pese a que tiempo después descendió, ahora el barco volvió a acomodarse y lidera con comodidad la Primera Nacional, enarbolando una campaña extraordinaria que lo tiene como el máximo candidato para el ascenso.

Por si fuera poco, sigue a pie firme en la Copa Argentina, donde viene de eliminar nada menos que a Estudiantes de La Plata ante una multitud en Santa Fe.

En la vereda del frente, Talleres está en un proceso de crecimiento continuo año tras año. En 2015 ascendió a la B Nacional, y al año siguiente volvió a Primera División en un inolvidable torneo que ganó de forma invicta y coronó con un golazo de otro planeta del “Cholo” Guiñazú en cancha de All Boys.

Ya en la máxima categoría, se afianzó y clasificó dos veces a la Copa Libertadores (en 2019 y en la presente edición) y una a la Sudamericana. Y este año se metió, por primera vez en la historia, entre los ocho mejores de América, en un sueño que sigue en pie junto a la ilusión de los hinchas a flor de piel.

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Además, fue casi siempre protagonista en el plano local, más allá de su pobre torneo durante el 2022, y el año pasado fue tercero en la liga y llegó a la final de la Copa Argentina. En esa instancia, los penales ante Boca lo privaron de dar una vuelta olímpica que hubiera movido aun más el avispero.

Siguiendo en Córdoba, la tabla de la Primera Nacional muestra a Instituto expectante, peleando arriba y animando el certamen como no ocurría desde hace 10 años, cuando un joven Paulo Dybala brillaba en sus primeras armas en el profesionalismo. “La Gloria” se anima a volar alto en un 2022 que, siguiendo el éxito del básquet, parece estar pintado de rojo y blanco.

Asimismo, ya una categoría más abajo, el Racing cordobés es cómodo puntero en su zona en el Federal A y mantiene el sueño y las ansias de revancha intactas para regresar a la principal divisional del ascenso argentino.

Los cuatro equipos principales de Córdoba viven este año un gran presente y complementan el fructífero momento deportivo con orden económico e institucional. Pero más allá de los límites de “La Docta”, hay otras plazas que no se quedan atrás.

Una de ellas, claramente, es Santa Fe. Colón hizo historia de la grande al ganar la Copa de la Liga Profesional 2021 tras aplastar a Racing en la final, y puso el nombre del interior bien arriba.

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Además, “El Sabalero” estuvo en los ojos del continente al llegar a la final de la Copa Sudamericana en 2019. A pesar de la derrota ante Independiente del Valle de Ecuador, la enorme fiesta con un masivo éxodo de hinchas que fueron a acompañar al equipo a Paraguay quedará para siempre en el recuerdo.

Unión, por su parte, también tuvo su protagonismo en los últimos años. “El Tatengue” siempre presentó equipos competitivos y jugó tres veces la Copa Sudamericana, donde consiguió actuaciones memorables, como eliminar a Atlético Mineiro en 2020 o golear este año en Colombia a Junior.

Mendoza es otra provincia que dio que hablar. Y fue por Godoy Cruz. “El Tomba”, que viene de vencer al River de Gallardo en el Monumental, disputó cuatro veces la Libertadores y llegó a pelearle mano a mano la liga a Boca en la temporada 2017/2018, donde fue subcampeón.

Con el recordado “Morro” García como goleador del certamen, el conjunto dirigido entonces por Diego Dabove quedó apenas a dos puntos del “Xeneize”, que tuvo que sufrir hasta el final para consagrarse.

En Tucumán, Atlético también pisó fuerte en los últimos años, tanto en el plano local como internacional. Así fue que llegó a cuartos de la Libertadores en 2018, donde no pudo con Gremio, pero sí se convirtió en el primer equipo indirectamente afiliado a AFA en disputar esa instancia.

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Además, también con Zielinski en el banco, “El Decano” llegó a la final de la Copa Argentina, instancia en la que perdió 2-1 frente a River.

Del otro lado, San Martín de Tucumán milita actualmente en la Primera Nacional, pero es un gran animador del certamen y apuesta a pelearle junto a Instituto palmo a palmo el campeonato a Belgrano.

Otra plaza del interior que ganó protagonismo en el último tiempo es Santiago del Estero. Y ahí aparece el nombre de Central Córdoba. Con el cordobés “Sapito” Coleoni como entrenador, “El Ferroviario” logró primero un histórico ascenso a Primera en junio de 2019, el segundo consecutivo, ya que venía del Federal A.

Y, algunos meses después, llegó a la final de la Copa Argentina. Ahí, nuevamente River privó a un equipo del interior a dar la vuelta olímpica, pero ese camino soñado vivirá por siempre en las venas santiagueñas.

Este repaso no consideró a Newell’s y Rosario Central, dos gigantes del interior que son casos aparte. Con vaivenes en la última década, “La Lepra”, que hoy está en los puestos de arriba de la liga, fue campeón del Torneo Final 2013, con un equipo plagado de estrellas identificadas con los colores y “El Tata” Martino de entrenador.

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“El Canalla”, en tanto, alzó la Copa Argentina de 2018, un torneo en el que venía quedando a las puertas de la gloria y que finalmente obtuvo con “El Patón” Bauza en el banco.

Tras la primera gran época del fútbol del interior, allá por los ’70 y ’80, hoy el fútbol de tierra adentro vuelve a dar que hablar. Y es un fútbol al que le cuesta todo un poco más, ya que los grandes clubes de las provincias tienen que recorrer muchos más kilómetros y hacer esfuerzos mayores que aquellos de los barrios de Buenos Aires que solo deben hacer cuadras en las categorías de ascenso.

Sin embargo, y pese a que tradicional unitarismo y centralismo porteño en tantos ámbitos se replica también en el deporte rey, las instituciones que están más allá de la General Paz, y que tanta gente y pasión mueven, parecen querer asomarse para desafiar la hegemonía de los gigantes. Y, aunque falta mucho, tienen motivos de sobra para seguir encendiendo la mecha de la ilusión.

*Narración de Raúl Monti, textos de Juan Schulthess y edición de Érika Andújar.