De Loredo reveló su objetivo político: “Seré candidato a gobernador en 2027”

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Haciendo una analogía con la reina Isabel II, quien llamó a 1992 un año horrible (Annus horribilis), y refiriéndonos estrictamente a términos políticos, ¿cuál de los dos años, 2024 (cuando perdió la elección a intendente) o 2025 fue más horrible para vos?

Asumís que ambos años fueron horribles. He reflexionado sobre mi experiencia: me tocó pelear contra un peronismo que es especialista en usar la pobreza para convertirla en clientela. También padecí una campaña negativa monstruosa orquestada desde el poder y fui insultado por los extremos. Mi camino viene siendo largo; no ha sido acompañado por un golpe de suerte. Le agradezco a mi camino que sea largo porque pone a prueba mi tenacidad y la profundidad de nuestras convicciones, y creo que empatiza con la gente que rara vez tiene un golpe de suerte y siempre enfrenta obstáculos. No catalogo de horrible ni el 2024 ni el 2025, sino que fueron caminos que me amplían la experiencia y el conocimiento, y que me ponen verdaderamente a prueba.

¿Por qué creés que perdiste esa elección con el ahora intendente (Daniel) Passerini, si percibías que estaba ganada?

Hubo tres componentes. El primero fue el uso de la pobreza a través de un dispositivo clientelar articulado por el peronismo y profundizado por Passerini. Córdoba tiene algo así como 120 asentamientos urbanos marginales, lo que nos ha legado el peronismo en sus 30 años de gobierno. Además, el municipio tiene una planta de empleados que asciende a 25.000 con becarios, colaboradores y distintas figuras, lo que facilita el uso de la pobreza y convierte al ciudadano con carencias en un cliente. El segundo factor fue una campaña negativa brutal. Sin embargo, el motivo central fue que el peronismo logró que la figura de Passerini empardara con la imagen de la gestión de (Martín) Llaryora, la cual estaba más o menos valorada y aceptable. Yo le llevaba 15 puntos a Passerini, un candidato desconocido, pero lograron posicionarlo como la continuidad de esa gestión que tenía niveles de aceptación social muy elevados.

Se plantea que, si hubieran ido juntos en la fórmula (Luis) Juez-(Rodrigo) De Loredo, podrían haber ganado la provincia aunque resignaran la municipalidad. ¿Creés que esa posibilidad existió?

No, no. Además, eso nunca estuvo en carpeta. El peronismo tiene una ecuación provechosa que aplica hace 30 años, que es la de que haya dos candidatos a gobernador opositores. El peronismo no procuró que yo fuera candidato a gobernador. Mi decisión de deponer mi candidatura a gobernador y no ser funcional al peronismo fue una gestualidad histórica, siendo el primero en 30 años con métricas casi iguales a Luis Juez en hacerlo. Las encuestas me daban muy bien en la ciudad. La elección que se tenía ganada era la de la ciudad; por eso la decisión natural era ser candidato a intendente y no vice de algo que no se sabía cómo iba a terminar. Me enoja el relato que se construye acerca de que yo debí haber sido vice.

Considerando la irrupción de Javier Milei, ¿dónde estás ubicado hoy? ¿Seguís en el radicalismo? ¿Estás divorciado de Luis Juez? ¿Estás cerca o lejos de La Libertad Avanza?

Estoy absolutamente siempre en el mismo lugar,. Me sorprende que se me pregunte dónde estoy, cuando siempre he estado en el mismo lugar, con los mismos valores y el mismo discurso, trabajando para que el peronismo deje de gobernar Córdoba. Después de 30 años, el atraso al que nos ha sometido es total en todas sus órbitas: en lo institucional, lo tributario, lo educativo, la salud pública y la seguridad. 

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Se percibe una distancia con Juez. 

Yo creo que estoy en un lugar donde digo lo que sé que pasó. Casi lo hacemos gobernador y que después seamos responsables de que no ganara la gobernación es un disparate. Luis sigue siendo una persona valiosísima y voy a trabajar con todo lo que esté a mi alcance para que estemos unidos con él y con Gabriel Bornoroni, representante de La Libertad Avanza. Si estamos juntos, el peronismo pierde.

¿Se irá o se fue del radicalismo?

El problema que tengo es que mi partido tiene una crisis de identidad tremenda. Pero el radicalismo es mi religión, es mi Biblia. Nosotros conducimos el partido en un 90%.

¿Entonces, por qué el radicalismo no tuvo una representación de su sector mayoritario, el que vos encarnás? 

Lo que pasó es que un juez, que tuvo decisiones inéditas en la Justicia electoral en connivencia con el gobernador, diseñó un esquema para evitar que nosotros confluyéramos con La Libertad Avanza. Usaron a (Ramón) Mestre. Sacarle el PRO a (Mauricio) Macri es una broma, un atropello a la vida de los partidos políticos. Luego, diseñaron boletas mentirosas, como la del Partido Libertario (Agustín Spaccesi), con un nombre tramposo para engañar al ciudadano. Fue un papelón judicial que permitieron que eso sucediera, logrando que mucha gente que quería votar a La Libertad Avanza se confundiera y votara al Partido Libertario, que sacó cinco puntos que no tenía. Le vamos a pedir a Juez que corresponda la gestualidad que tuvimos.

¿Estás diciendo que ahora te toca ser candidato a gobernador? 

Voy a ser candidato a gobernador. Vas a tener la certeza de que en alguno de los tramos de la boleta única dirá "De Loredo, candidato a gobernador". No hay vuelta atrás.

¿Y si tu espacio o el presidente (Javier Milei) tienen otro plan? ¿Serás candidato por fuera?

Espero que no. Voy a tratar de persuadir al presidente de la Nación, a quien hemos ayudado un montón para que la Argentina ingrese en un proceso de transformación. Yo apoyo el rumbo económico de Javier. Espero que no se repitan situaciones del pasado, que son lógicas en la política, como acuerdos entre gobiernos provinciales y nacionales para ayudarse mutuamente en las reelecciones.

¿Cuál es tu objetivo a corto y mediano plazo?

Veo la necesidad de que haya claridad hacia el cordobés de que existe un proyecto alternativo al peronismo, claro y nítido, que me toca encabezar. Me voy a dedicar a que se genere una conversación sobre las propuestas que voy a traer a la provincia de Córdoba. No hay mucho tiempo (un año y poquito), si se quiere transformar Córdoba. Mi plan es llevar, en los primeros 30 días de una elección exitosa, un paquete normativo con un shock de reformas institucionales, un shock de reforma desburocratizante —eliminando agencias y privatizando empresas públicas— y un shock de rebaja impositiva. Córdoba tiene que entrar en el mismo dial de reformas estructurales que instaló el gobierno nacional. Ya cumplí muchos roles parlamentarios. No estoy en la actividad política para calentar una banca. Sé que el peronismo destruyó la provincia y se necesita un reinicio y un reseteo.

Para finalizar, ¿qué libro recomendás para la biblioteca virtual del programa?

El libro que recomiendo es "El espíritu de la esperanza" de Byung-Chul Han. Él aborda la esperanza ontológicamente y la diferencia del optimismo y el deseo. La sociedad del miedo en la que vivimos es la sociedad de la supervivencia, donde uno toma decisiones por temor, lo que se contradice con la libertad y termina con la esperanza. La esperanza es lo que queda en la caja de Pandora cuando salen todos los males de la humanidad.

Entrevista de Sergio Suppo.

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