Baldassi: “El Gobierno es insensible con los vulnerables y le falta diálogo”

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Héctor, ¿qué es Ciudadanos, el espacio político que representás como candidato a diputado nacional por Córdoba?

Ciudadanos es un nuevo espacio político que surge a partir del monobloque del Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba, liderado por el doctor Gabriel Huespe. Se formó con la adhesión de profesionales y personas de diversos sectores, incluyendo el PRO, Juntos por el Cambio y el movimiento MIT. Ofrecemos una alternativa para los cordobeses basada en valores inquebrantables y perdurables, con el objetivo de representar a la sociedad de manera cercana y efectiva.

¿Seguís siendo parte del PRO?

Sí, sigo en el PRO y formo parte del bloque PRO en el Congreso de la Nación. Nunca me fui. Juntos por el Cambio se disolvió, y cada integrante tomó rumbos diferentes. El PRO enfrentó problemas judiciales y de liderazgo, lo que nos llevó a crear Ciudadanos como una nueva opción, manteniendo nuestra identidad y valores.

¿Por qué no te sentiste representado por Javier Milei y La Libertad Avanza, como otros miembros del PRO?

He tenido charlas con Javier Milei cuando éramos diputados y compartí con él proyectos, como el de Sociedades Anónimas Deportivas, del cual soy autor. Acompañé al gobierno de Milei en medidas como el déficit cero y la reducción del gasto político, porque creo que eran necesarias. Sin embargo, no estoy de acuerdo con ciertas políticas que afectan a sectores vulnerables, donde considero que se necesita un freno. En el PRO siempre tuve la libertad de disentir y marcar diferencias, algo que valoro y que me permite no ser un mero seguidor de decisiones con las que no coincido.

¿Por qué deberían votarte como candidato de Ciudadanos en las elecciones del 26 de octubre?

Ciudadanos es un espacio nuevo que ofrece una alternativa en Córdoba, basada en valores claros. Nuestra política es simple: escuchar a la gente y trasladar sus necesidades al Congreso. Recorro la provincia desde que fui electo diputado, manteniendo cercanía con los ciudadanos y defendiendo sectores clave como el campo, la metalmecánica, el turismo, la cultura y el deporte. Por ejemplo, trabajamos para recuperar la autarquía del ENARD y logramos, tras gestiones con el sector turístico, que se instaurara un fin de semana largo en octubre para reactivar el turismo.

¿Coincidís en alguna medida con el gobierno de Milei, pero sentís que hay aspectos en los que no estás de acuerdo?

Sí, apoyo las ideas generales de reducción del gasto y déficit cero, pero hay sectores vulnerables donde el gobierno debe estar presente. En temas como discapacidad, por ejemplo, percibo cierta insensibilidad. Estoy en la Comisión de Discapacidad y citamos al presidente del ANDIS varias veces para que explicara la situación, pero nunca apareció ni dio respuestas. Presentamos una ley de emergencia para discapacidad, pero el gobierno no la apoyó. Creo que falta diálogo y búsqueda de consenso, algo esencial para fortalecer la democracia.

¿Por qué crees que el Gobierno no busca ese diálogo?

El Gobierno muestra cierta soberbia al no escuchar a quienes tenemos puntos de vista diferentes. La democracia se nutre del disenso y se fortalece con el consenso, pero este gobierno no parece priorizar el diálogo con todos los actores políticos. Esto afecta la construcción de políticas públicas efectivas y la posibilidad de hacer un país más previsible.

Como exárbitro de fútbol, ¿qué opinás sobre las sospechas y la falta de credibilidad en el arbitraje argentino actual?

La falta de credibilidad en el arbitraje argentino es el principal problema. La credibilidad se construye con el tiempo, a través de buenas decisiones y una performance consistente. Cuando un árbitro tiene credibilidad, los errores se perciben como tales. Hoy, debido a la falta de confianza, cualquier decisión errónea genera sospechas. Los responsables del arbitraje deben trabajar más cerca de los árbitros, potenciar sus virtudes y protegerlos. La formación y el liderazgo son clave, tanto en el arbitraje como en la política.

¿Qué similitudes encontrás entre el arbitraje y la política?

En ambos campos se necesita liderazgo, trabajo en equipo y toma de decisiones. En el arbitraje, las decisiones son inmediatas, y ahora con el VAR, se pueden corregir errores rápidamente, aunque persisten las sospechas. En la política, la clave es el diálogo y la búsqueda de consensos para lograr leyes perfectibles. Todas mis leyes aprobadas en el Congreso fueron votadas por unanimidad tras un trabajo de acuerdos en comisiones, lo que refleja la importancia de la conversación y el respeto por las diferencias.

Para cerrar, ¿qué libro recomendás para la biblioteca virtual de "La Argentina, hoy"?

Recomiendo mi autobiografía, "¿Qué cobrás?", un libro vinculado al fútbol que resume mi carrera como árbitro con anécdotas. Refleja mi forma de ejercer la autoridad sin autoritarismo y con buena disposición, algo que también aplico en la política. La clave es el respeto, el diálogo y una alta performance en lo que uno hace.

Entrevista de Sergio Suppo.

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