Rusia: piden 18 años de cárcel para un ex marine de EE.UU.
El juicio provocó roces entre Moscú y Washington, y el veredicto podría conocerse el 15 de junio.
26/05/2020 | 11:19Redacción Cadena 3
La Fiscalía rusa pidió este lunes que un ex marine estadounidense acusado de espionaje sea condenado a 18 años de prisión, tras un juicio a puertas cerradas denunciado por su familia y EE.UU., informa The Moscow Times.
Paul Whelan, de 50 años, fue detenido en diciembre de 2018 en Moscú por supuestamente recibir secretos de Estado, aunque sostiene que fue incriminado cuando recibió una memoria USB de parte de un conocido pensando que contenía fotos de unas vacaciones.
Su juicio, que provocó tensiones entre Moscú y Washington, así como especulaciones sobre un posible intercambio de prisioneros, concluyó con los alegatos finales el lunes.
El abogado de Whelan, Vladimir Zherebenkov, afirmó a la prensa que los fiscales solicitaron 18 años de prisión para su cliente en una penitenciaría de régimen estricto, solo un poco menos que la sentencia máxima de 20 años.
"Para ser honesto, estamos en shock", señaló Zherebenkov fuera de la Corte de la capital rusa, tras quitarse el barbijo para hablar con los periodistas que se encontraban en el lugar.
Whelan reaccionó con calma a la petición "muy dura" del fiscal, dijo el abogado, y agregó que el ciudadano estadounidense "se está comportando con dignidad".
Zherebenkov añadió que el fiscal creía que Whelan era un oficial, "al menos un coronel", de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de Estados Unidos (DIA, por sus siglas en inglés).
Por su parte, el acusado dijo al tribunal que "no hacía ningún tipo de espionaje y que no estaba recopilando ninguna información secreta", según su abogado, quien añadió que la sentencia se anunciaría el 15 de junio.
Un ciudadano ''común''
Paul Whelan, que era jefe de seguridad global de un proveedor de autopartes de EE.UU., asegura que cuando fue detenido se encontraba de visita en Rusia para asistir a una boda.
También señaló que se ignoraron las pruebas que había presentado y que el tribunal estaba parcializado a favor de la Fiscalía y los servicios de seguridad.
En audiencias anteriores, el detenido —que también tiene ciudadanía irlandesa, canadiense y británica— aprovechó para recurrir a los periodistas y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alegando que estaba siendo maltratado, que no se le proporcionaban traducciones completas de los documentos, y que rara vez se le permitía el acceso a su abogado.
Informe de Marcos Calligaris.





