En los márgenes de Cosquín, se celebrará la obra de Carnota

Juan Quintero, José Luis Aguirre, Paola Bernal, Juan Iñaki, Mery Murúa, los dúos Guadalupe Fleitas-Sebastián Farías Gómez y Micaela Vita-Juan Saraco, Josho González y Yani Lui, animarán este lunes, desde las 20, en el coscoíno Patio de La Pirincha, una celebración de la obra de Raúl Carnota, generada por su hija Guadalupe.

“Mi función fue la de convidar a algunos de los amigos y compañeros de papá y coordinar un poco la cosa para que cada uno haga un tema propio y dos de él, para que no todos terminen tocando el 'Grito santiagueño', que es como su máximo hit”, indicó Guadalupe Carnota en la ciudad cordobesa de Cosquín.

“A papá nunca le fue bien en Cosquín y casi no lo contrataban de los festivales, pero su música siempre estuvo muy presente en las peñas y en el circuito independiente y por eso armamos esta celebración acá”, apuntó.

El Patio de La Pirincha es uno de los centros que se agitan en las márgenes del Festival de Cosquín y para la hija del notable artista fallecido el 27 de septiembre de 2014, a sus 66 años, es un lugar que “tiene mucho que ver” con su padre, que “era cero grandilocuencia”.

“Por eso no quisimos que esta reunión tenga carácter de homenaje y elegimos la idea de celebrarlo austeramente”, abundó Guadalupe acerca de la juntada que aspira a dejar registrada y que mostrará parte del fenomenal aporte que Carnota hizo a la canción popular.

El músico, nacido en el barrio porteño de Almagro el 30 de octubre de 1947 y criado en Mar del Plata, asumió con originalidad al folclore y, por ello, se encargó de subrayar sus posibilidades expresivas.

Lejos de la masividad y de cualquier gesto tendiente al aplauso fácil, Raúl trazó un camino consecuente y creativo, que lo ungió en un temprano referente para oídos jóvenes y curiosos que cuentan con una obra (plasmada, desde 1982, en unos 15 álbumes) que es documento esencial de la música de esta parte del mundo.

En ese camino, compuso integralmente, o en letra o en música, piezas de gran inspiración, como “Salamanqueando pa mí”, “Por seguir”, "Artesano del silencio", "Eran las tres de la tarde", "La asimétrica", "Desandando", "La rosa perenne", "El salar", "Como la luz de un talismán", “Ña Polí”, "La llave" y "Camino hacia Quimilí".

Pero, además, fue un orfebre tallando en torno a las aristas posibles o no tanto del cancionero tradicional para recrear formas interpretativas novedosas en torno a ese legado.

“Acá en lo de la Piry se dio la posibilidad de encarar este encuentro, porque antes no pude hacerlo y porque siento que hay una línea muy fina entre el homenaje y el oportunismo”, reflexionó la cantante, de 36 años, que es hija de la pareja Raúl Carnota-Suna Rocha.

Guadalupe confesó: “Me aparece como una cosa medio reacia, porque en estos años después de la muerte de papá hasta aparecieron remeras con su cara o con fragmentos de sus canciones”.

Sin embargo y más repuesta del golpe por la ausencia, avisó: “Estoy pensando en poder hacer algo más grande y más piola en relación a la obra de papá”.

“Lo que más me interesa -abundó la hija de Raúl- es hacer cosas desde el respeto como para garantizar que no quede desdibujada la figura que se pretende rescatar”.

Guadalupe apuntó sin rodeos: “Aunque soy una admiradora de lo que hizo en la música, extraño más al padre que al artista. Aunque el hecho de que haya sido artista hoy me permite apretar un botón y poder escucharlo y verlo”.

“Mi papá era mi referente ideológico. Me crió él. Soy más Carnota que Rocha y por eso éramos muy unidos y había tanta camaradería entre nosotros”, puntualizó.

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