Roxette actuó anoche ante 8 mil personas en el Orfeo de Córdoba
El dúo sueco realizó su último show en la Argentina. Christoffer Lundquist entonó con su guitarra "¿Quién se ha tomado todo el vino?". Y Marie Fredriksson apareció con la camiseta argentina de Lionel Messi.
08/04/2011 | 10:14Redacción Cadena 3
Ante ocho mil personas que llenaron el Orfeo Superdomo de la ciudad de Córdoba, el dúo sueco Roxette realizó el último recital de su gira por la Argentina.
Los momentos más particulares del show se registraron cuando Christoffer Lundquist entonó con su guitarra "¿Quién se ha tomado todo el vino?". Y Marie Fredriksson apareció con la camiseta argentina de Lionel Messi.
El dúo deslumbró a los presentes con 22 canciones entre las cuales incluyeron algunos temas de su nuevo álbum “Charm School”, pero también todos sus éxitos del pasado.
Las canciones de Roxette están ligadas a una parte de la vida de aquellos treintañeros y cuarentones que durante los 90 vivían la preadolescencia, la adolescencia o la juventud, y que anoche disfrutaron volver a ese tiempo aunque más no fuera por dos horas.
“She´s got nothing on (but the radio)”, el primer corte de su nuevo disco, el tema que más recuerde la época dorada del grupo, “Opportunity Lost”, “Stars”, “Only when I Dream” y “Way out”, fueron los estrenos en la Argentina.
Sin embargo, los grandes momentos de la noche se vivieron con los viejos temas, esos que dispararon la memoria emotiva de muchos de los presentes 20 años atrás en el tiempo.
“Dressed for Success”, tema con el cual abrieron el show, “It must have been love”, “Dangerous”, Listen to your heart”, “How do you do?” y “Spendig my time”, fueron coreados por aquellos que recordaron momentos divertidos o historias amorosas de aquellos tiempos idos.
Los fans armaron una fiesta con “Joyride”, pero sin dudas el pico máximo de frenesí que puso a temblar el Orfeo fue cuando la guitarra de Gessle tocó los primeros acordes de “The Look”, el máximo hit del dúo escandinavo que fue cantado de principio a fin.
La dupla también tocó “Sleeping in my car”, “Big Love”, “I wish I could fly”, “Perfect day”, “Things will never be the same”, Seven 20 Seven”, “Fading like a flower”, “Watercolours in the rain” y “Church of your heart”.
En esta primera gira mundial después de un década lejos de los escenarios, Marie Fredriksson y Per Gessle guardaron algo del espíritu de los 90, pero modificando un poco algunas versiones de sus clásicos.
El dúo sigue siendo la figura central del show, pero ahora apoyado por una banda sólida y dos buenas guitarras que por momentos se robaron la atención del público.
A Marie, que se ganó una ovación espontánea cuando quedó sola en el escenario para cantar “It must have been love”, se la vio con menos movimiento pero con una fuerza tremenda, la misma que la devolvió a los escenarios después de enfrentar un tumor cerebral en 2002 que le dejó secuelas y la alejó de las giras.





