Cris Morena: el fenómeno que marcó a toda una generación, hoy vuelve a resonar
Generación Cris, de Belén Marinone, revive el fenómeno de esas series. Por qué siguen vigentes y cuáles son las enseñanzas que sirven para hoy en día.
23/05/2025 | 14:03Redacción Cadena 3
Un legado inquebrantable
Para quienes vivieron la infancia y adolescencia en los años noventa y principios de los 2000, las producciones de Cris Morena se convirtieron en más que un simple entretenimiento; significaron una forma de interpretar la realidad. Este fenómeno, lejos de extinguirse, ha encontrado una nueva vida, captando la atención de nuevas generaciones, incluidos aquellos que nacieron en el siglo XXI. En su libro Generación Cris, la periodista y editora Belén Marinone examina el vínculo emocional que todavía subsiste con historias emblemáticas como Chiquititas, Rebelde Way, Floricienta y Casi Ángeles, entre otras, e invita a reflexionar sobre su impacto perdurable.
Publicado por Ediciones B (Penguin Random House), Generación Cris ofrece un recorrido por ese universo que marcó la infancia y adolescencia de millones en Argentina y otros países de habla hispana, evocando recuerdos y emociones.
Narrativa íntima y generacional
El libro se estructura en capítulos concisos que entrelazan recuerdos personales, análisis cultural y testimonios de distintas generaciones. Marinone no se apega a los relatos ni a una cronología rígida; más bien, se plantea preguntas importantes —a sí misma y a quienes crecieron al lado de esas historias— sobre la intensa huella que dejaron en nuestra vida.
Las emociones que permanecen presentes se examinan en sus páginas, desde el anhelo de pertenencia, la alegría de compartir, hasta la fuerza del colectivo y un lenguaje propio. Se recuerdan enseñanzas que resonaron en la memoria afectiva, como la noción de que los sueños son un mapa y el amor, una brújula. También se preservan valores que hoy, en la adultez, recobran nuevos sentidos: la ternura, la empatía y la capacidad de imaginar mundos posibles.
La autora y su enfoque
Belén Marinone es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UBA, magíster en Comunicación y Cultura, además de periodista especializada en cultura, feminismos y medios. Su trayectoria incluye colaboraciones en Editorial Planeta, Leamos, Bajalibros, Infobae, Clarín, y otros medios reconocidos. Su amor por la televisión, las revistas del corazón y su enfoque académico reflejan una sensibilidad y análisis profundos.
Marinone señala: “Volver a esas enseñanzas en la adultez no es un acto de nostalgia sin matices. Nos recuerda que existió un tiempo donde creímos que el amor tenía la capacidad de sanar y que la amistad era un refugio”. Añade que las producciones de Cris Morena fueron nuestra educación emocional, que moldeó nuestra subjetividad y sensibilidad. En la actualidad, en medio de responsabilidades y preocupaciones, hace falta regresar a esas historias para repensar el amor, la amistad y la resiliencia.
Un recorrido emocional por recuerdos
El texto se organiza en capítulos que funcionan como estaciones emocionales: “Bailar, reír y divertirnos”, “Amar”, “Buscar la identidad”, “Ser resilientes”, “Valorar la amistad”, “Rebelarse y luchar” y “Aceptar el dolor, la maldad, las sombras”. Marinone se sumerge en escenas, personajes y canciones de Chiquititas, Floricienta, Verano del 98, Rebelde Way, Casi Ángeles y Aliados, presentando una narrativa accesible y aguda.
Cada capítulo está repleto de momentos que forman parte de la memoria colectiva, como la llegada de los chicos de Rincón de Luz a Disney, mostrando que los sueños están al alcance de aquellos que creen. También se menciona la fogata de deseos en Verano del 98, donde escribir un anhelo en un papelito y verlo arder se convirtió en un ritual significativo.
Una invitación a reimaginar
Generación Cris se presenta no solo como un análisis, sino como un álbum colectivo que invita a los lectores a redescubrir lo que vivieron, cantaron y soñaron. No contiene una mirada externa o condescendiente; celebra una comunidad de códigos compartidos. Las preguntas que plantea no buscan respuestas, sino también conexiones emocionales.
La autora aborda tópicos complejos, tales como el despertar sexual, el dolor, la injusticia y las figuras ausentes, utilizando las historias de Cris Morena como una ventana a la reflexión sobre la realidad. Marinone no escatima en reconocer los desafíos de la vida, mientras recuerda que la magia también está presente en lo cotidiano.
Finalmente, el libro implementa una reflexión sobre el poder de lo compartido. Destaca cómo un lenguaje específico, lleno de términos únicos, creó una comunidad con un sentido de pertenencia. Resalta, además, cómo las series redefinieron nuestras formas de ser y de amar.
Para quienes vivieron esa época y también para nuevas generaciones que se conectan con estos relatos a través de plataformas actuales, Generación Cris propone un retorno a los recuerdos. Marinone menciona: “Los años han pasado, pero la huella de esos programas sigue resonando en nosotros de formas inesperadas”.
Generación Cris se manifiesta como una carta de amor a los relatos que nos formaron. Constituye una brújula emocional que nos invita a reencontrarnos con nuestra infancia y a volver a soñar, incluso en tiempos inciertos.




