“Debemos triplicar las exportaciones”

Expoagro 2022 permitió la charla con una gran cantidad de referentes del sector, que se congregaron en el predio de San Nicolás durante esos cuatro intensos días. Fernando Vilella se mostró entusiasmado por lo que reflejó la muestra en el primer día, aunque se sinceró con EL CAMPO HOY, en que lo que se aprecia es solo una parte pequeña de todo lo que se podría hacer.

“En principio, se trata de un buen reencuentro. Se ven muchos stands, mucha gente dando vueltas”, aseguró. Y agregó que la bioeconomía es un tema central, y muchos de los equipamientos que se exhiben tienen que ver con logra una menor huella ambiental. 

Hay mucha tecnología que permite ver el estado de situación de Argentina. Aunque siempre tenemos la sensación que todo esto es sólo una parte de lo que podría ser si las políticas públicas fuesen acordes”.

Según Vilella, el discurso de la agenda local atrasa, y demasiado. El mundo está mirando otra película, y pide cambios. 

El mundo está demandando productos cada vez con más valor, con identificación de huella ambiental, y son todas cosas que Argentina puede hacer muy bien, pero que lamentablemente hay una cierta insistencia en perdurar en el fracaso y en no aprovechar todas estas oportunidades”.

Consultado sobre la “foto” actual, sostuvo que tenemos una producción “aceptablemente importante, con algunos problemas de sequía, muy buenos precios, disparados por esta invasión de Rusia a Ucrania. Todo eso hace que la disponibilidad logística de los productos tenga cada vez más valor”.

Autocrítica y acción 

En este sentido, remarcó que la pregunta debería ser qué tiene que hacer la Argentina en un contexto en el que hemos fracasado en las últimas décadas. “Tenemos el 50 % de la población pobre y eso es un fracaso. Y creo que en la medida en la que no dupliquemos o tripliquemos las exportaciones esto no va a ser posible. Ya a eso no lo vamos a poder conseguir con este esquema que hemos aplicado hasta ahora”.

Además, estamos exportando 2/3 partes del maíz sin valor agregado, y con un maíz logrado con una huella ambiental muy baja. “Ese valor, esa ventaja que el mundo está buscando, no la estamos transfiriendo a nuestros productos”.

Según el especialista, eso no pasa porque no hay reglas de juego que permitan las inversiones necesarias para transformar esos granos en proteínas, en biocombustibles, en bioplásticos, etc.

Debemos trabajar para generar esquemas de confianza que fomenten la inversión para lograr esas transformaciones. Acá la gente estaría disponible para hacerlo. Es lo que uno percibe, pero que falta cierto consenso nacional para pensar un futuro común, que desarrolle el interior, que tenga una visión federal, etc.”