El valor de ocho abrazos de seis segundos

Julio Perotti

Cada 21 de enero, se celebra ni más ni menos que el Día Internacional del Abrazo.

Conozcamos la historia.

El Día Internacional del Abrazo tiene su origen en 1986 en Estados Unidos, gracias a la iniciativa de Kevin Zaborney, un psicólogo que buscaba fomentar la expresión de afecto en una sociedad que, según él, mostraba reticencia a los abrazos en público.

Zaborney observó que las personas, incluso entre familiares, eran reacias a manifestar sus sentimientos, lo que le llevó a proponer un día dedicado a este gesto tan humano y significativo.

En estos tiempos, tenemos un argentino que es cultor del valor curativo del abrazo.

Esto nos dijo textualmente:

"Aquí Andy Stalman, transmitiendo completamente en vivo desde Madrid en este día tan especial, el Día Internacional del Abrazo.

Y como ya hemos hablado en más de una ocasión, la ciencia ha refrendado que abrazarse es bueno para la salud, para la salud física, la salud mental y la salud emocional.

Así que en un día como hoy quiero traer lo que venimos compartiendo hace muchos años, que es que si un abrazo hace bien, la ciencia nos ha demostrado que darse ocho abrazos por día, de al menos seis segundos cada uno, es aún mejor.

Durante estos abrazos el cerebro segrega hasta tres veces más oxitocina que la normal, la conocida como molécula del amor o como molécula de la humanidad, hace que quienes nos abrazamos nos volvamos más confiados, más confiables y también más generosos.

Y en la historia de la humanidad todas las grandes obras se han generado con confianza y generosidad.

Así que hoy en este día tan especial te invito y los invito a dar o recibir ocho abrazos de al menos seis segundos cada uno y ver cómo nuestro bienestar físico, mental y emocional mejora.".

Después de toda una carrera trabajando sobre marketing y marca, lo que lo llevó a ser considera “Mister Branding”, Andy Stalman pone a la humanidad en el centro de su mensaje.

De eso habla y escribe siempre: de propósitos, valores, cultura, talentos, identidad, compromiso.

Entonces, alumbró, como nos acaba de contar, la idea de los abrazos. De los ocho abrazos de seis segundos cada día. Lo bien que nos puede hacer un gesto tan simple.