Carencia política: partidos en el Estado, fuera
16/05/2025 | 17:55Redacción Cadena 3

En un contexto de creciente desconfianza hacia la clase política, una nueva propuesta legislativa busca prohibir que personas afiliadas a partidos políticos ocupen cargos en organismos públicos no electivos.
La iniciativa, que apunta a garantizar mayor imparcialidad en la administración del Estado, plantea un debate profundo sobre la relación entre militancia partidaria y función pública.
La idea de aplicar una “carencia política” —una especie de período de desvinculación partidaria previo a asumir un cargo— no es nueva, pero cobra fuerza en tiempos donde la ciudadanía exige transparencia y profesionalismo.
Lo presentó la diputada libertaria Mercedes Llano, acompañada con las firmas de los oficialistas Lilia Lemoine, Lorena Villaverde, Alida Ferreyra, María Emilia Orozco, Carlos García y Julio Moreno Ovalle, entre otros.
Sus defensores argumentan que esta medida evitaría la colonización de organismos técnicos por parte de estructuras partidarias, promoviendo una gestión más meritocrática y menos ideologizada.
Sin embargo, los detractores advierten que podría convertirse en una forma encubierta de persecución política o de exclusión de voces legítimas del debate público.
¿Acaso la militancia invalida la idoneidad? ¿O es el Estado el que debe blindarse de intereses sectoriales?
La propuesta abre una puerta interesante: repensar los criterios de acceso a cargos públicos más allá del voto.
¿Es hora de exigir neutralidad política como se exige formación académica o experiencia profesional?
¿O estaríamos limitando derechos fundamentales en nombre de una supuesta imparcialidad?
En definitiva, la discusión sobre la carencia política no solo interpela a los partidos, sino también a la sociedad: ¿qué tipo de Estado queremos construir?