La versión Massa de "echale tu culpa al otro"
18/08/2022 | 11:41Redacción Cadena 3
Ocurren cosas raras en este país. Ayer hubo una manifestación de la CGT y en paralelo, al mismo tiempo, una de los piqueteros. Hubo intercambio de chicanas. El piquetero vio un desfile de gordos millonarios y la CGT respondió que el único Polo Obrero sin obreros es el de acá.
Pero al margen de esta cuestión, de esta pelea por la calle, por el control de la calle, la CGT convocó a marchar en contra de la inflación y en contra de las empresas que, a criterio de la CGT, provocan la inflación.
Yo tengo una pregunta fácil para que la respondan los oyentes. ¿Las empresas de Bolivia, de Paraguay, de Brasil provocan la inflación? O sea, ¿sólo las empresas argentinas son tan malditas, tan interesadas en la destrucción del país, que provocan la inflación? En otros países son todas buenas las empresas.
Para una empresa, como para un trabajador, la inflación es un problema grave. Para administrar una empresa, como para administrar nuestra casa, nuestro bolsillo.
Siempre ha salido la CGT a reclamar en contra de los gobiernos. Hay otro ejemplo de estas cosas raras que ocurren en el país. Hace dos días, el Gobierno anunció el ajuste tarifario. Para justificar ajuste tarifario se encargó a través de sus medios de propaganda que generosamente paga con nuestros impuestos, de distribuir listas en las que aparecían personas supuestamente beneficiadas por subsidios, como si esas personas fueran culpables.
Hace 20 años, el kirchnerismo puso en marcha el revoleo indiscriminado de subsidios que benefician a los más pobres, pero también beneficia a los más ricos. Así lo explicamos al mencionar la diferencia entre pagar un servicio, pagar un impuesto.
Es un acto primero, mentiroso, ilegal y además, que pretende desvirtuar el verdadero sentido. Al Gobierno le da vergüenza. Irrita aumentar las tarifas. Tampoco confían en la inteligencia de los argentinos. Las cosas no se pueden seguir regalando porque no hay más plata para regalar nada. Hay cosas que estamos naturalizado, pero que a mí me siguen resultando absolutamente indigeribles.




