Los flamencos provocan estragos en los cultivos de arroz para risotto en Italia

JOLANDA DI SAVOIA, Italia (AP) — Una plaga poco convencional ha comenzado a destruir cultivos y generar malestar entre los agricultores en el noreste de Italia: los flamencos.

Bandadas de estas aves, que se han vuelto visitantes frecuentes, están atacando los campos inundados donde se cultiva arroz para risotto en la provincia de Ferrara, situada entre Venecia y Rávena. Sin interesarse por las plántulas, los flamencos utilizan sus patitas adaptadas para remover el barro y atrapar moluscos, algas o insectos que habitan en las aguas superficiales.

Como consecuencia, el arroz se convierte en una víctima colateral.

Los agricultores han comenzado a vigilar sus campos día y noche para intentar disuadir a las aves. Utilizan bocinas de camiones, golpean barriles e incluso provocan explosiones con cañones de gas. Sin embargo, a menudo, el ruido solo logra que las aves se desplacen a arroceras vecinas donde continúan causando estragos.

Enrico Fabbri, un agricultor de la zona, expresó su desánimo tras observar disminuciones en su producción de hasta un 90% en ciertos terrenos. “Esto es algo nuevo para nosotros. Uno invierte tanto tiempo y esfuerzo en cuidar los cultivos. Es como si te quitaran a un recién nacido en el momento en que empieza a crecer”, comentó Fabbri, de 63 años, junto a uno de sus arrozales.

Los flamencos parecen haber llegado desde sus lugares de anidación en los cercanos Valles de Comacchio, que están dentro de una reserva protegida en la costa, justo al sur de la desembocadura del río Po en el mar Adriático.

Desde el año 2000, estas aves habitan la zona tras haber migrado a causa de sequías en el sur de España, según Roberto Tinarelli, un ornitólogo y presidente de la Asociación de Ornitólogos de Emilia-Romaña. Anteriormente, su hábitat se limitaba a lagos en el norte de África y partes de España, así como a la región de Camarga en Francia.

Aún no existen estudios que expliquen por qué estos flamencos han comenzado a buscar alimento más al interior, donde los agricultores inundan sus parcelas entre finales de primavera y principios de verano para promover el crecimiento del arroz. Mientras tanto, hasta que los campos sean drenados, los flamencos representan un gran desafío.

“Buscamos respuestas de quienes están al frente de esta situación. Desde un enfoque ambiental, es algo maravilloso, pero tenemos que tener presente que el cultivo de arroz es muy costoso y requiere mucho terreno”, declaró Massimo Piva, un fabricante de arroz de 57 años y vicepresidente de la confederación local de agricultores.

Piva agregó: “Son aves hermosas y su forma de moverse es admirable, pero el objetivo es tratar de limitar su presencia en la mayor medida posible”.

Tinarelli sugirió opciones más humanas y efectivas para ahuyentar a los flamencos que los métodos ruidosos actualmente utilizados. Propuso rodear los arrozales con altas cercas de árboles o arbustos, además de reducir los niveles de agua en los campos recién sembrados a entre cinco y diez centímetros, en lugar de los actuales 30 centímetros. “Con esto, el arroz seguiría creciendo, pero sería menos atractivo para los flamencos que necesitarían chapotear en el agua”, destacó.

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Esta información fue traducida del inglés por un editor de AP con el apoyo de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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